lunes, 22 de febrero de 2010

LOS MIEDOS Y DOLORES EN LA MEMORIA AREQUIPEÑA

LOS MIEDOS Y DOLORES EN LA MEMORIA AREQUIPEÑA



Santos Cesario Benavente Veliz



Resumen

La memoria histórica arequipeña revela espacios de la vida cotidiana construida desde la ancestralidad, entre los miedos y dolores, de ser individuales los hicieron colectivos, una vez que fue construyéndose las amalgamas del conocimiento cotidiano y descifrado entre los enfoque diferentes entre las ciencias sociales a partir de las fuentes escritas, y de la oralidad organizada en periodos de tiempo vigentes hasta la actualidad.

El registro de “Los Miedos y Dolores en la Memoria Arequipeña”, nos lleva a identificar los símbolos e interpretaciones entre el pasado y el presente del hombre andino fijadas en el imaginario social, con lenguajes heterogéneos para los condenados, diablos, viudas negras, sirenas, encantos, duendes, almas en penas, entre otros. A raíz de las significaciones sociales ponemos a debate.

Los miedos y dolores en la memoria arequipeña.

La memoria histórica guarda en su expresión un compromiso entre el pasado y el presente, como realización del futuro de las sociedades organizadas detrás de la satisfacción de necesidades de índole material, relacionadas con los modos de producción con medios e instrumentos característicos de la especialización con tecnologías de domino colectivo en el uso del agua, de las tierras, de la amalgama para la cerámica, en la adaptación y crianza tanto de plantas y animales a la vida cotidiana del hombre.

Pues, las redes camineras, de riego, redes de pertenencia y dominación de los suelos productivos (en andenerías, camellones, tabladas) y extractivos, hasta las relaciones en la construcción de la vivienda cotidiana y ritual de las centros administrativos, políticos, militar, fueron las resultantes de la organización instrumentalizada de la cultura de los hombres hoy observados, como evidencia de la estancia y pertenencia ancestral a grupos productores de cultura material.

Mientras, la producción de la cultura no material quedó representada en signos, símbolos e iconos de los diferentes lenguajes utilizados entre los hombres que ocuparon en diferentes periodos de tiempo, la cuenca del río Chili, de habla callaguaya, puquina, quechua, aymara, castellano y por último, el proceso de enculturación en inglés y otros lenguajes americanos y europeos. Sin embargo, los empoderamientos de los medios y la dominación de la tecnología de los mismos, resultó la defensa en base a un utillaje mental ancestral y moderno para dirigir, organizar, someter, a los grupos humanos con mitología de obediencia, seguimiento, respeto, e integración, cuyo significado fue evolucionando en el lenguaje social de lo sagrado público y privado.

Las mitologías, a raíz de las relaciones de sometimiento y obediencia tiene una explicación histórica, una vez que para organizar el poder de gobernabilidad entre los hombres de pertenencia de una cultura u otra, la significación del lenguajes representados en la oralidad, las imágenes, escritura (sígnica) fueron de imposición por la violencia unos y otros de lento crecimiento hasta integrarlos con patrones sígnicos similares o sincretizados. Allí surgen las pasiones de credo, del arte gráfico, musical, dancístico, instrumental, de gestación matrimonial, de ritualidad cosmogónica, de representación gráfica y estructural.

Entonces, las pasiones laborales en textiles, piedra, madera, metal, hueso, barro, cerámica, fueron motivadoras de la utilitaria cotidiana, ritual y de gobernabilidad. Objetos muy bien observados en los repositorios de la memoria histórica de Arequipa, llámese museos, archivos, centros de documentación depósitos, estructuras monumentales de la arquitectura prehispánica, colonial y contemporánea de Arequipa, claro está que representan la materialidad.

La subjetividad, queda en el lenguaje de significado ancestral presentado entre la oralidad con rasgos ancestrales y modernos, relacionados con los temores y dolores sociales. Bueno, si los temores y dolores son expresiones de la subjetividad racional del hombre ancestral y moderno, entonces, las representaciones ancestrales arequipeñas rectoras de los comportamientos de la sociedad son: el susto, el ojo, agarrado de la tierra o el agua, el leoncillo, perdida del ánimo, el “agüelo”, bajada de vicuñas y huanacos a las áreas de cultivo, el grito de zorros, la presencia de pariguanas, el canto del búho (tuco), de lechuza, la erupción de los volcanes seguramente de significaciones prehispánicas amalgamadas en la actualidad. Mientras el condenado, el diablo, el fantasma, la viuda, el cura sin cabeza, los duendes, las sirenas, el antimonio (chinchilico), el encanto son símbolos de influencia europea, resultado del amalgamamiento cultural.

Si nos referimos a los miedos, subjetividad de los habitantes rodeados de un contexto productivo prehispánico de continuidad entre la sociedad rural y urbana arequipeña especialmente de la margen occidental del río Chili, comprende los distritos tradicionales, Polobaya, Quequeña, Yarabamba, Characato, Sabandía, Paucarapata, Socabaya, Chiguata, San Juan de Tarucani y cada uno de los anexos, centros poblados y caseríos. De la otra margen Tiabaya, Sachaca, Yanahuara, Cerro Colorado, Yura, Cayma, La Joya, Vitor, Santa Rita, Santa Isabel de Siguas, San Juan de Siguas.

El susto, y demás símbolos andinos actúan como reguladores sociales expresados entre los patrones de conducta de continuidad en las estructuras mentales de la sociedad arequipeña y del sur andino. El susto frente a un manantial, agua estancada, cascada (paccha) de agua, infiernillo, o lugar de enterramientos (gentiles) por estar relacionados con la naturaleza, provoca desgano dolor de cabeza, vómitos, produce ojeras, labios secos, malestar en el cuerpo, sueño, granos en la piel de supuración constante, sueña con los volcanes, cerros, animales, hasta produce elevadas temperaturas (fiebre). Ello demanda la presencia del sacerdote andino (curandero o entendido, medico natural o andino), que hará lectura de la simbología al utilizar la coca o los cigarrillos apagados o encendidos, si son apagados serán, de seis a doce cigarrillos sin filtro de preferencia, al tirarlos sobre la mesa o manto especial (ancuña), por la posición y relaciones que se encuentran da a conocer a los interesados, los males y dolores que sufre el individuo, explica cual es la influencia, porque está enfermo, ubica el lugar donde se asustó y por último, da un diagnóstico si puede o no curarlo, o si lo derivan al tratamiento del especialista de la medicina científica.

Si es con coca, será necesario un tablero, o lugar plano y ancuña, hacer la selección de “una” de las hojas “totalmente completa” que no esté doblada, ni rota, se le denomina quinto, que representa al individuo; luego de indicar las cuatriparticiones sobre el quinto caen las hojas tiradas de la mano del sacerdote con especial ritual, va dando lectura de los significados, por último el diagnóstico es de curarlo o no. Si es para la intervención del sacerdote andino hace comprar mesa completa, vino, pisco, chicha, pide tierra de siete colores, flor de tierra, taco, unto, incencio, y otros. El ritual se realiza pidiendo que la energía de la naturaleza devuelvan el ánimo del enfermo (estado mental) con rezos en quechua y terminología puquina o aymara.

Después de pasarle sahumerio y frotar la mesa armada a su nombre haciendo una cruz entre la cabeza, los pies y los brazos (a manera de la cuatriparcición), se detiene en las zonas afectadas que le provocan dolor al individuo dando el nombre del lugar donde se asustó para que devuelva su animo y se recupere de salud el enfermo. Va acompañado de rezos, cánticos, fuertes expresiones subjetivas, consumo del licor y chicha, generalmente con piscos y aguardientes de uva o cañazo (no siempre cerveza o ron) del mejor para que reciba la tierra. Termina dándole recetas para brebajes y salen para entregar la mesa quemándola en lugar alejado o la entierran, todo el acto en compañía de sus asistentes. Finalmente, el asustado al primer o segundo día del tratamiento se nota recuperación y por tanto la tierra o el lugar donde se asusto le devolvió el animo.

En cambio, el susto por fuerte impresión frente a un objeto raro, desconocido, un sapo, serpiente (culebra) o por la impresión que le causó una sombra en la noche, basta hacerle una ayranta (pequeño pago), o simplemente frotarle, molle, ajenjo y enterrar algunas hojas de coca (quintos) triadas (en grupos de tres) con rezo, no siempre es necesario que el ritual lo haga un sacerdote andino, puede hacerlos cualquier conocedor del ritual, es decir, no demanda de especialización. Entre Mollebaya, Characato, Paucarpata y Chiguata se observa hasta hoy que en el lugar donde se asustó el menor de edad, con ramas de retama, molle, chilca, malva o huajari, le pegan a la tierra pidiéndole que no se quede con el ánimo, pronunciando fuerte (Juan, Manuel, Teodoro, Daniel) el nombre del asustado. El efecto es bueno, el individuo no se enfermó.

El ojo, le denominan así los arequipeños, al efecto que provoca una fuerte mirada a hombre o mujer generalmente niños (ojeado) mirados con emoción, atención especial, o con mala intención. El efecto se conoce por el color del vómito amarillento y olor fuerte a agrio, manifiesta fiebre, dolor de cabeza, frente salada. El tratamiento puede ser: con un huevo de ave frotado por todo el cuerpo, siempre empiezan formando una cruz desde la cabeza, al término lo rompen en un balde o vaso con agua, hacen la lectura para ver si es suficiente una vez o tienen que repetir al día siguiente otra. Actualmente va acompañado de una oración rezada “El Credo”, o con una de papel periódico (escrito) le frotan por todo el cuerpo, luego lo queman, si suena como que estuviera reventando, queda curado y sin dolor alguno.

Agarrado de la tierra o el agua, tiene similitud con el susto, pero no presenta enfermedad, sino constante sueño, los individuos se adelgazan, muestran desgano, decaimiento y sueñan caminando por cerros, con hombres de poncho arreando llamas. Pues, la memoria histórica ancestral guarda significado especial, porque presagia la visita a un curandero “sacerdote andino”, para que le tiren la coca y le digan lo que debe hacer, terminan haciendo pago a la tierra.

El leoncillo, término que representa a un animal felino pequeño y que provoca además del susto, fuerte miedo, lo relacionan con el animal que come a las personas pequeñas y que atacan en ciertos periodos de tiempo, sobre todo en tiempos de crisis climática. En explicación de la población rural, los leoncillos habitaron entre las faldas de los volcanes, Chachani, Misti, Pichupichu y sus nevados.

El “agüelo”, el significado relaciona a lo antiguo ancestral y en proceso de destrucción (en Characato, Socabaya le llaman lugar de Gentiles). La particularidad se presenta entre los pastores o huaqueadores al profanar el espacio sagrado ancestral, pasaron por el lugar y destruyeron los objetos o huesos, se quedaron dormidos en los lugares sagrados, jugaron con los objetos del lugar o hicieron cólera en el sitio sagrado. Los efectos, se presentan con heridas en el cuerpo supurantes y profundas, resistente a cualquier medicina, las heridas generalmente en los pies, piernas y brazos; en la supuración identifican pequeños huesecillos, muestran desequilibrio mental (esquizofrenia), salen a vagar sin destino, sueñan con huesos, muertos, hombres de poncho pequeño, con ollas y ceramios antiguos. Al recurrir al sacerdote andino hace los rituales similares a los del susto y terminan los individuos que les entró el agüelo aliviados.

En tiempo de crisis climatológica, al disminuir el agua y desparecer los bebederos de vicuñas y guanacos se acercan a los ríos y manantiales cercanos a los centros agrícolas, para los agricultores presagia año de lluvia y término de las sequías, por tanto alistan semillas nuevas y amplían las áreas destinadas para las siembras.

El aullido de zorros, tienen varios significados, para los agricultores, anuncia el término de las sequías y el año que no va a llover. Por tanto, se acercan a las zonas de crianza de animales para llevarse las crías o animales no muy grandes (crías de llamas y alpacas, cabras, ovejas).

El vuelo de pariguanas (flamencos) por los cielos de Arequipa presagia inicio o término de las lluvias. Generalmente en diciembre o enero, las pariguanas salen de la costa hacia la laguna de Salinas formando una semicírculo o círculo, en cuarto creciente o luna llena, es decir, en el lenguaje andino sacan el agua del mar para que llueva abundantemente. A finales de marzo o abril, cuando la luna está entre cuarto menguante o luna nueva hacen el retorno a la costa, lo que implica, que las lluvias llegaron a su término y por tanto el inicio de buenas cosechas para los lugareños de Posci, Polobaya y Chiguata.

El canto del búho (tuco) y de lechuza (seis o nueve de la noche), para las personas que la escucharon presagia la presencia de almas en pena o simplemente, el anuncio de la muerte de un familiar o amistad cercana.

La erupción de los volcanes, por periodos de tiempo en la oralidad arequipeña es generalizada entre las poblaciones, rurales y urbanas. Los gases, fumarolas observados en ciertos tiempos provoca miedos colectivos, por tanto, terminan los entendidos haciendo ofrecimientos a los apus, especialmente al Misti, después de hacer lectura simbólica de la coca y de la actividad volcánica.

Al encontrar datos de esta naturaleza entre las poblaciones rurales, son llevadas a la urbanidad por la propia movilización de las poblaciones, por tanto, el significado se va sincretizando, o queda en discontinuidad por las influencias de la circulación de la información. Sin embargo, las raíces de las manifestaciones organizan formatos de vida de continuidad, busca la censura colectiva o individual, por ello, los miedos son el resultado inmediato. Pero, el dolor, es otra de las pasiones de los hombres, se asoció a las enfermedades, ya con la llegada de los españoles se le empieza a decir dolores del alma que enjuician los patrones culturales andinos.

El condenado, para el arequipeño occidentalizado, es una forma de castigo, al individuo que faltó de palabra y obra al prójimo y la religiosidad cristiana. Es una censura individual, busca un culpable. Su discurso se masifica entre el contexto social después de que el individuo falleció al no ser aceptado entre los cielos, fue expulsado a pagar pena por las deudas terrenales convertidas en pecado. Puede volver en calidad de bulto, que representa a una persona cubierta con un manto que cubre todo el cuerpo de blanco o negro, a caminar por la noche por todos los lugares que en vida recorrió.

Pues, se condenaron, los avaros, los violadores, los individuos incestuosos, los asesinos, los que no contribuyeron con los diezmos, los que faltaron a la autoridad civil o eclesiástica, los castigadores de mujeres, los hijos que pegaron a sus padres, los que no cumplían los mandamientos de Dios, los que no obedecían los mandatos de los adultos. Entre ellos estuvieron los hombres andinos, sacerdotes, negros y mestizos; en los mitos de oralidad de generación en generación, los condenados españoles o blancos, el referente es mínimo. Al ser los dominadores construyeron los símbolos de sometimiento mental y provocaron temores colectivos, para que la noche se convierta en un escenario temible e inviolable.

La cronología de aparición de los condenados a las 6, 11 y 12 de la noche son consideradas “horas nonas”, horas de temor, miedo y terror; es decir, en tales horas niños, jóvenes y mujeres abandonan los espacios laborales para que asistan a ciertos rituales cristianos o simplemente no se utilice la noche para el trabajo, de esta forma al hombre andino labriego se le arrincona al trabajo diurno exclusivamente. Pues, la noche contiene símbolos cosmogónicos que el hombre hasta hoy los utiliza con el calendario agrícola, ganadero y de apareamiento entre hombre y mujeres, pero al ser desconocido por los europeos la denominaron pagana, por tanto, es excluida entre la práctica cultural occidental y alejada de la explicación histórica. A pesar de las prohibiciones y persecuciones se convirtieron en elementos de continuidad en el mundo rural de fervor religioso.

El diablo, en la religiosidad cristiana es el representante del mal, y a todo que atente contra los formatos de vida, se le amenazó, “como no viene el diablo y te carga”, “al infierno te vas a ir”, “cuando muera en los infiernos se quemará”, significados estrictamente formadores de pensamiento sometidos y convertidos en patrón cultural en la región. Por el contrario, la resistencia interna la clasificaron con apodos: “La raja diablos”, “el macho”, “el condenado”, “el muerto vivo”, “el mata cura”, “el ccollota”, “mata cristo”, “traidor”, entre otros, aplicados a todos aquellos que estuvieron al filo de la navaja de los dominadores, especuladores e infractores de los derechos de los hombres a crear y hacer del espacio de vida un mecanismo de integración con desarrollo y satisfacción de las necesidades básicas.

El fantasma, la bruja, la viuda, esterotipos también empleados para la censura y castigo, provocaron temor y dolor en el alma entre los promotores del discurso y los oyentes. No se trata de escribir los innumerables discursos de cuentos y mitos de fantasmas, bruja, viudas, curas sin cabeza y condenados, duendes, sirenas, etc., sino de relacionarlos al temor social.

La llorona, anda vagando y pidiendo que le devuelvan a sus tres hijos con una trenza en la mano, solicita perdón porque le pegó a su madre y le cortó la trenza, con la que anda en la ruta de castigo, y porque sus hijos se fueron con su padre.

El cura sin cabeza, generalmente lo encuentra en las quebradas o zonas cercanas a la Iglesia. Los duendes, representan a los niños que murieron sin bautizar, y a fetos. Se les identifican en los barrancos, infiernillos o en el río.

Las sirenas, mujeres bellas que se ubican en las fuentes de agua y depositada, por la belleza encantan a hombres y mujeres quedan desaparecidos o en total desequilibrio mental. El antimonio (chinchilico), dueño de las minas (oro, plata, cobre, etc) cuando se presenta o lo ven de lejos los trabajadores anuncia muerte en el interior. El encanto en los manantiales, lugares silencios donde cae abundante agua a modo de cascada, por el ruido y la evaporación del agua se convierte en un lugar extraño y temeroso por los hombres, el lugar se convierte en espacio sagrado e inviolable, el que lo haga queda desaparecido, esquizofrénico, encantado.

Entonces, podemos sintetizar que los símbolos andinos y occidentales normaron el comportamiento de la sociedad y al ser destruidos por unos, otros resultaron de la sociedad en crisis frente a los símbolos rectores originales.

El crear nuevos símbolos, pasó por periodos largos de tiempo hasta que algunos de los elementos culturales socializados desde los imaginarios se organizaron formatos de vida colectiva, resultado de los temores y dolores producidos por las crisis climatológicas influyentes en la producción agraria, el pago de los arriendos de las tierras, la inversión en productos del comercio, al demostrar el retrazo en el pago de los tributos, al no obedecer a la autoridad por la falsedad de su actuación lo convirtieron en culpable pagador de penas sino físicas, mentales.

Las experiencias del temor y dolor, resultado de la discriminación, tributación, vejación, violación del espacio andino privado, destrucción de los espacios de ritualidad y sus dioses, el sometimiento, la dominación, el desarraigo de sus lugares de origen para reducirlos y encomendarlos dio paso a la construcción de una cultura de resistencia puesta a prueba en las construcciones mentales, cuyos significados quedan en la memoria étnica de la población originaria de Arequipa, pero por el proceso de hibridación cultural, crearán una imagen distorsionada del yo andino, en donde interponen los intereses de los otros sobre los de ellos, porque necesitan la aprobación y desaprobación de estos, para sentirse bien en su espacio cultural con su música, danza, canto a pesar de la temerosa prohibición española.

La vulneración del yo andino, es acompañada de prudencia y ansiedad para encontrar libertad, paz y bienestar, pero por encontrarlos culpables de ser indios les imputaron la pena del sometimiento, desarraigo, dominación material y mental, (matrices del dolor) por eso la marcada inestabilidad en las decisiones, salvo en aquella circunstancia, donde los cacique o jefes andinos motivaron la reacción andina, cruelmente cuestionada por los dominantes.

En tanto, la participación del hombre andino y los españoles pobres se sometieron totalmente en la participación y desarrollo de vida colonial arequipeña, dejando que decidan por ellos, haciendo lo que ellos quisieron. Pero, a pesar del sometimiento extremo, lograron encontrar puntos de convergencia en el campo laboral, en la práctica ritual al cambio de los solsticios, en las siembras, cosechas, y finalmente en los festejos de los dioses españoles al estilo y modelo andino, con la música, danza, y representación colectiva que expresaron el imaginario ancestral.

El miedo, (temor) formó parte de sus imaginarios, pues crearon mitos, leyendas y símbolos que representan la violencia, el sometimiento y lo expusieron en la representaciones de las danzas, pues hicieron alegre la vista cultural del español sometido al miedo provocado por los formatos de vida aislada, no socializada con los dominados, pero la resistencia de aquel muro cultural occidental se derrumbó, con la asimilación de acciones y prácticas rituales andinas generando una amalgama de signos y códigos de igual significación para los hombres andinos y españoles. Las prácticas colectivas en las fiestas, la música, el canto, el baile y danza; incluyendo la tecnología agrícola, alimentaria, de vestido, de vivienda, entre otras fortalecieron los imaginarios sociales, por ello, las tensiones entre ambos grupos fueron resultado del encuentro de los culpables e inculpados.

Las autoridades trasmitieron los miedos individuales y los hicieron colectivos para que los otros asuman defensa y contribuya a la defensa del yo español, así en el pueblo de San Andrés de Yura, anexo de la doctrina de Lluta para tomar la “declaración y dar información que solicita D. Tomás Barrios Alcalde Constitucional de esta constitución. Yo d. Clemente Barbacha vecino y Alcalde Comisario, comparecieron Julian Condori Indio de Guanca y vecino del Valle de Palca (...) declaró que D. Tomás Barrios jamás lo puso preso y que tampoco le mandó a trabajar tierras algunas (...) Barrios conociendo la picardía de dicho Julián Condori lo reprendió con palabras amenazándolo que lo castigaría o lo desterraría del pueblo por ser incitador y convocante a mala consequiencia (...) dicho alcalde no tiene tierra en este pueblo ni jamás a sembrado y nunca acostumbrado de aserse serbir de valde (sic) con nadies (...) Don Miquel Quico no a cobrado más de lo acostumbrado que son 4 pesos. Firmaron los de la comunidad, los sabía y los que a ruego de los alcaldes Mariano Santos, Atanecio Condori, Luis Quispe (por la comunidad). Decreto, (...) pase a dar cumplimiento los Alcaldes Comisarios y Caciques de la vice Parroquia de Guanca y Yura sobre los manejos y conducta que he observado con los indios de esta doctrina, tomando el de Yura la correspondiente declaracación al Interesado Julian Condori al señor de las especciones y clausulas de su escrito. (...) En el pueblo de Guanca – 3 noviembre 1813 – certificamos y declaramos todos los de este vecindario en primer lugar los alcaldes y la comunidad de este dicho Pueblo: (...) que por derecho está permitido y en efecto concurrimos a Ntro. Cabildo para elegir y nombrar mayordomos para solemnizar todas las fiestas del año (...) Señor Santiago que se celebra en este pueblo (...) y habiéndose hallado Julian Condori en dichas elecciones no quiso admitir a ningún servicio de Ntra. Iglesia (...) Sr. Alcalde don Thomas. Julian Condori Indio Originario del Pueblo de Huanca dijo: que Tomás Barrios alcalde de Dicho pueblo tiene por costumbre vejar y estropear mi persona de palabra y obra (...) con despotismo (...) en días pasados citándome como tiene de costumbre para que fuese a trabajar sus tierras en compañía de otros sin principal alguno, (...) por mi madre enferma concurrí a su faena. Fue motivo para echarme de mi domicilio (...) También a utilizado al recaudador D. Miguel Quico de Reales Tributos me exige más de los de costumbre”.

Pues, el expediente representa la reacción y resistencia de Julián Condori frente al Alcalde, hasta que hiciera la denuncia por escrito, se deduce que los temores de las autoridades frente al proceso de dominación, tratan de disuadirlos con la búsqueda de inculpados frente a hechos y fenómenos que tienen explicación en la cultura del terror y sometimiento total.

No es extraño entonces, que entre el yo andino y yo español en términos de la normatividad colonial, los conflictos continúen por el dominio de los espacios de credibilidad, personalidad, trascendencia, e importancia de los individuos envestidos de cargos y funciones del proceso de dominación. Sin embargo, Doña Tomasa Pocosanco India Principal Cacica de la Parroquia de Sta. Marta, viuda del principal Bernardo Guayta, dijo: “ser inauditos los atropellamiento(s), vejaciones e injusticias con que ha procedido en contra de su persona por parte de Alcalde de Naturales de dha parroquia. Otro testigo Lucas Flores, se presentó y confirmó el agravio y nulidad sobre lo que ha obrado dho Alcalde” .

La resistencia cultural frente a los atropellamiento, injurias, vejaciones, exclusiones, maltratos, y enajenaciones contra los hombres y mujeres andinas, en prioridad, y en segundo espacio españoles, queda expresada con las participaciones de los indios y curacas de la jurisdicción de Arequipa, frente a cualquier ejercicio en contra de los interesados, sin embargo es necesario resaltar que estas posiciones de resistencia legal, se manifestaron a finales del siglo XVIII que representa la crisis social de final de siglo.

Esta información consolida el imaginario social de resistencia y sobrevivencia cultural, entre los espacios sociales sometidos por la violencia física, política y psicológica propios de una cultura de guerra por controlar el mayor número de tributarios, fieles a la normatividad construcción de otra cultura que no es precisamente la americana y que no sólo representa la visión económico y política, sino representa la producción de cultura, como categoría integradora de todos aquellos comportamientos colectivos en proceso de producción material y no material.

Es evidente la discriminación racial por condición biológica y cultural, y la complejidad para determinar la línea de parentesco cuando las redes sociales desde el matrimonio se amalgaman con las (os) españolas (es), con negros u otras denominaciones por la procedencia y color de la piel, realmente cuestionada en nuestros días. Pero por el periodo entendemos que la diferencia de razas es exclusiva y se miden con la pertenencia o no a la propiedad comunal.

Bueno, los dolores y temores continúan en los escenarios juveniles y adultos, al ser realidad el asesinato, la violación, el secuestro, el robo, la estafa, la falsificación, la corrupción, la promesa no cumplida, el contrato suspendido y falseado, el insulto, la vulgaridad femenina y masculina no censurada, por que se alejaron de los patrones de culpabilidad de temor y dolor colectivo en nuestra sociedad urbana.

Los temores y dolores del alma ancestrales, se convierten en escenarios de prevención entre los componentes sociales urbanos, para evitar el secuestro, la falsificación, el consumo de alucinógenos (drogas, alcohol), al asalto, robo, fantasía, calumnias, vejaciones acondicionamientos, entre otros de la cultura de la violencia. A pesar de ello surge una resistencia frente a la impunidad generalizada. “Arequipa no se rinde”.

Bibliografía.

Bracamonte, Jorge y otros. Memorias en conflicto. IEP, Red, IFEA, Lima 2004.

Cánepa Koch, Gisela. Identidades representadas, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima 2001.

Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Siglo Veintiuno Editores, México 1975.

Le Breton, David. Antropología del dolor. Editorial Seix Barral, Barcelona 1999.

Navia, Walter. Comunicación y hermenéutica. Instituto de Estudios bolivianos, La Paz Bolivia 2002.

Nugent, José Guillermo. El conflicto de las sensibilidades. Instituto Bartolomé de la Casas, Lima 1991.

Pewzner, Evelyne. El Hombre Culpable. Fondo de Cultura Económica, México 1999.



16 comentarios:

gabriel granda quilca dijo...

si bien es cierto el miedo esta estrictamente relacionado con el comportamiento del ser humano es cierto tambien que este amalgamiento de interpretaciones del miedo para mi esta depende del entorno geografico ya que para un ambiente rural la primera impresion de miedo en un contexto desolado es la aparacion de brujas, duendes, condenados etc pero para um ambiente urbano desolado se relaciona este miedo con asaltos, asesinatos.

vladimir dijo...

El texto “los miedos y dolores en la Memoria Arequipa” como el anteriormente comentado es muy rico en ejemplos de miedos y dolores, este nos informa de numerosas costumbres o realidades que se forman en dos grandes clasificaciones; primero aquellos que mantienen elemente del “yo andino” y el segundo son los del “yo español”, pero como el autor nos recalca existe también un sintetizador de lo andino y lo español, que están tan compenetrados que norman el comportamiento de la sociedad, estos dos tópicos se construyen en algunos casos según los deseos del otros, dentro el yo del otro, que pugnan, según el texto por el dominio de sujetos y espacios públicos y privados. El miedo en retrospectiva es solo un síntoma de un mayor problema, la de más de dos cosmovisiones.

Vladimir Alvarado Ramos

Víctor Raúl Quispe Payehuanca dijo...

El autor de este texto, nos muestra que los miedos y temores con respecto al área andina se fusionan con el europeo, que responden a la llegada de otros elementos, de esta manera está implícito el miedo hacia el otro, estos miedos y temores se hallan como cultura inmaterial, de esta manera se entiende al miedo como regulador del comportamiento, dando a la noche la paz que se le debe, considerando pagano las labores realizadas por el hombre andino en los lugares de cultivo, como el riego en la noche; así mismo muestra una expresión de continuidad de la mentalidad andina que atribuyen a la naturaleza poderes que están por sobre los hombres, sean estos manantiales, tierras vírgenes, etc., pero así mismo este conjunto de miedos tienen como fin causar un trauma en la mentalidad del que lo escucha tomando intereses ajenos como propios.

Juan José dijo...

creo que a pesar de lo fantastico que parece estas historias en determinado momento sigue pegado a lo mitico debido,a la explicacion de sucesos a traves de los elementos de la naturaleza, lo que lleva a pensar a posterioridad quien controla o domina la forma como se representan los temores, son los que al final dominan todo. mentalidad y accion humana, lo que crea una dependencia a esa persona
Juan Jose Cuno Coaquira

Claudia dijo...

En el presente articulo de los miedos y dolores en la memoria arequipeña, se aprecia una serie de simbologías en diferentes contextos, ya que se habla de una variedad de enfermedades que tan solo se curan o se dan a través de la fe, que tiene el colectivo imaginario de un espacio determinado. Se puede apreciar que se habla de un condenado pero para el arequipeño occidentalizado, seria mejor comparar tomando este mismo ejemplo en otro lugar como en la sierra del Perú donde los condenados van a penar a un cerro llevando una bola de nieve o barro hacia el pico de la montaña y cuando ya esta en ella la bola vuelve a bajar y el condenado baja llorando detrás de la bola durante los años que le dieron por pena, esto se presenta en un contexto distinto y tiene una simbología diferente a la del arequipeño.

Claudia L. Candia Zambrano

zenaidamamani.blogspot.com dijo...

Este tema es realmente importante por que nos muestra la combinación de elementos europeos y andinos, donde cada sociedad demuestra su miedo hacia algo o alguien por ello diré primero que el miedo es expresado de diferentes maneras lo que provoca, sometimiento, poder, dominación, dicho de otro modo cuando una cultura impone sus símbolos y estos símbolos como pueden ser quizá: los condenados, sirenas, duendes, chinchilico , o el mismo diablo, lo que hace es dominar a la otra cultura a través de un símbolo, es causar el miedo mas perverso, un ejemplo de ello tenemos el miedo que causaron los españoles en los incas al someterlos ,ellos utilizaron el símbolo de dios. Los miedos en si pueden manifestarse de diferente manera ya que se puede tener miedo a seres que no conoces, miedo a la misma realidad, como vemos el miedo es un elemento infaltable en nuestra vida, finalmente puedo decir que el miedo no es de ahora el miedo a existido desde antes, quizá no conozcamos su origen pero si podemos saber que este miedo solo se acabara el día que dejemos de existir.
nombre: mamani cutipa, zenaida margot

Estefany Espinoza dijo...

EL MIEDO ESTUVO PRESENTE A LO LARGO DE NUESTRA VIDA, PERO SE PUEDE EVIDENCIAR DE MEJOR MANERA EN LOS RITUALES ANCESTRALES DEL HOMBRE HOMBRE PREHISPANICO, PERO ESO NO SIGNIFICA QUE SE HAYA DEJADO DE LASO EN LA ACTUALIDAD.
ESTE VENDRIA A SER UN EJEMPLO DE HISTORIA DE LARGA DURACION. TRABAJOS REALIZDOS AL RESPECTO, PERO QUE SE ESTUDIAN DEADE LA COLONIA SON LOS DE ROSAS LAURO Y SU HISTORIA DEL MIEDO EN EL PERÚ.

Unknown dijo...

Este artículo es una introspección minusiosa no sólo del miedo sino de donde se origina y cuales son sus síntomas como comportamiento sintomático dentro de la región de Arequipa. Hay que felicitar a Cesario Benavente Veliz por su recolección minusiosa en cuanto a los temas "paranormales" y psicosociales en cuanto a lo mágico y lo fantástico como reguladores de comportamientos en los individuos. Se felicita por la variedad de lugares que señala con sus denominaciones de los "males" e incluso cómo tratarlos; es decir este artículo presenta lo que hoy está en boga la medicina alternativa, y la introducción a la explicación del reflejo de la materia y de la razón científica; es decir la explicación de lo "otro" oculto-temido que convive en la realidad social de la región sur del Perú.

Felicitaciones.
Orlando V. Bedoya Pineda.

Unknown dijo...

En esta ocasión tuve nuevamente la satisfacción de dar lectura a este artículo de Historia cultural del Dr. Cesario Benavente. Artículo que nos presenta "al miedo y al dolor" como componentes reguladores en la sociedad; enfoque que lo trabaja la última generación de la escuela de los annales, mediante Michel Foucault. Entonces el Dr. Cesario, efectivamente trabaja el miedo pero como manifestación concreta y biológica en el humano; es decir un castigo no sólo en la psique, sino sobre el cuerpo; a través de elementos de miedo y de dolor: como "males", "personajes" y "espacios"; suscitándose en los diferentes grupos humanos de la región Arequipa, describiendo en minuciosidad y tratando de buscar una interpretación a estos fenómenos.
Mucho bien hace este tipo de trabajos en la investigación histórica.

Ursula Podestá Sánchez.

CULTURA CREACTIVA dijo...

Dentro de las formas del pensamiento colectivo y los patrones que tiene encontramos al miedo en muchas variedades, este articulo nos muestra los miedos como patrones de conducta, en este caso la conducta arequipeña, sabemos que el miedo siempre esta inmerso en las sociedades de todas las épocas solo que se presentan de diferente maneras, por ejemplo Claudia rosas Lauro nos presenta en su obra (El miedo en el peru)distintas formas de miedo desde el miedo a los piratas hasta el miedo al APRA .

Uno de los artículos que nos presenta esta compilacion es por ejemplo la de Scarlett O’Phelan quien analiza el miedo al indio y a la plebe que desencadenaron las rebeliones anticoloniales durante el siglo XVIII, sobre las cuales ha trabajado extensamente la autora. Para ello, empieza por definir el concepto de plebe surgido del amplio mestizaje entre españoles, indios y negros que llevó a la aparición de las castas, que fueron posteriormente englobadas, junto con los indios, bajo el concepto de plebe. Asimismo, la autora estudia el discurso sobre la plebe, a la que se le achacaban todo tipo de defectos: vagabundos, proclives al hurto, de conducta disipada y poco temor a la autoridad. O´Phelan demuestra como las rebeliones que estallaron durante el siglo XVIII contribuyeron a forjar la construcción del miedo a la plebe, y en dicho proceso jugaron un papel relevante varios elementos que son analizados con profundidad: el rumor, la sobredimensión de los acontecimientos a través de los pasquines, el ataque a los símbolos de poder y a las propias autoridades coloniales y los efectos visuales para atemorizar al enemigo.
El miedo siempre ha estado insertado en elcomportamiento de los seres humanosasi es que se utiliza para cambiar imaginarios, ya que cada individuo reacciona diferente frente a sus propios miedos.

PAULINA ARVIRI dijo...

Esta lectura nos menciona datos importantes sobre los miedos y dolores que causan diversos, problemas o como se dicen los propios miedos. Se puede decir que los miedos son algo natural del hombre ya que todas personas tienen un cierto tipo de miedo a alguna cosa, o de alguien, pero es diferente cuando estos miedos causan a veces muchos problemas que llegan a veces como dolores en la persona que no quiere recordar o lo oculta. También podemos decir que estos miedos y dolores participaran en la formación de la memoria colectiva de una sociedad y esta tiene raíces en miedos individuales que se convertirán en miedos colectivos. Así podemos observar que en la ciudad arequipeña los miedos son elementos importantes en la vida cotidiana de las personas porque estas influyen en ella.

omar dijo...

bueno, los miedos son sin duda alguna grandes reguladores de conductas, pero ademas de ellos, el miedo es un gran invento del organismo, como lo menciona Wolfhard H. König gracias al miedo el hombre puede llegar a obtener la supervivencia, o sea con el miedo el hombre logra sobrivivir y por lo tanto progresar, y en este progreso es donde va a ejercer una serie de comportamientos, que a la par van a ir acompañados de rituales,en donde estos rituales no solo van a servir para poder resolver ciertos acontecimientos relacionados con males que atañen al hombre sino que ademas estos rituales van a tener un principo de reciprocidad, segun las cosmovision del mundo aymara trabajado por Blithz lozada Pereira. por lo tanto a manera de comentario dire que la credibilidad de los miedos son otorgados por los cuentos, mitos y leyendas que llega a crear el hombre como parte de su imaginario coectivo, y los diferentes rituales a manera de homogeneizar estos miedos.

Unknown dijo...

Otro gran aporte a la historia cultural. En realidad tanto los temores y dolores son expresiones de la subjetividad, que bien usted lo señala. Pues muchas de las representaciones ancestrales arequipeñas como el susto, el ojo, agarrado de la tierra, perdida del ánimo, el “agüelo”, bajada de vicuñas y huanacos a las áreas de cultivo, el grito de zorros, la presencia de pariguanas, el canto del búho; de lechuza, regulan el comportamientos de la sociedad, que si bien con el transcurso del tiempo han ido cambiando su significado, actualmente muchas de estas señales siguen siendo de gran utilidad en el mundo andino sobre todo en áreas agrícolas como el valle del Colca . Por otro lado el condenado, el diablo, el fantasma, la viuda, el cura sin cabeza, las sirenas, el encanto son símbolos de influencia europea, que han sido incorporados en nuestra cultura, y tienden a tener significado sobre todo en zonas urbes. Estos símbolos en general actúan como reguladores del comportamiento social.

Unknown dijo...

el miedo como lo señala Claudia Rosas Lauro en la compilacion "El miedo en la historia del Perú" es el motor de la Historia, puesto que para cualquier cosa el miedo nos impulsa, pero en torno a los mismos , se han desarrollado distintos tipos a lo largo de la historia,los miedos hoy no son los mismos aque hace 100 años, no es lo mismo hoy al ir cruzando la calle Victor Lira a la media noche el temor a los condenados a las animas malditas que a una ladron, es distinto, hoy obviamente le temeriamos mas al ladron, a los crimenes,homicidios, hurtos, desempleo, suba de precios, etc.
La Cosmovison guarda distintos tipos de miedo,asi mismo, en la epoca colonial se unieron dos culturas distintas y se amalgamo una nueva en distintos aspectos, el miedo tambien fue resultado de los mismos, en esta medida este trabajo rescata esta premisa.

Ttito Callata, Giancarlos Jose

Enviado: 14/04/10

Pequeña Niña dijo...

los miedos van hacer una causa del actuar de la persona: las personas o creyentes de todo tipo de superciciones van a estra propensas a un miedo colectivo me refiero al miedo a la envidia,a lo negativo dentro de su alrededor, otras cosas "malas", estos tipos de personas aran una serie ritos con complementos como la danza e instrumentos. los dolores para el arequipeño van a estar al margen de los jovenes sin remordimiento de los daños que provocan,que van a hacer una ciudad lleno de temores por la noches no abra esa libertad de caminar por altas horas de la noche o una comversacion en cualquier hora del dia y en cualquier lugar, por lo que aun estan junto con el arequipeño el miedo, temores de lo negativo por lo que causara diferentes actos de diferentes personas frente a esto.

jesus nina huaman dijo...

los miedos y dolores en la memoria, un articulo fascinante que que trastoca temas que siempre pervive aun en nuestra sociedad, los miedos son porducioda por el nuestro propio imaginario, como tambien es producido por las coyunturas existetentes, sobre todo en los niños, un ejemplo calro que es de la edad media aquel que n creia en dios recibiria un castigo y que no tendria la bendicion de dios, y que este se moriria de algo o bien sufriria alguna enfermedad, pero esto este es un miedo producido por los dominantes para que etos para que sean subditos de los poderosos ya que ellos son los que han sido enviados por dios de igualmanera sucedio en la colonia cuando invadieron los españoles con el cuento, que ellos eran los enviados de dios y que venian a salvarlos de la idolatria, pero con una condicion de que los aborigenes les sean sevientes de los esapañoles, podemos concluir que los miedos son poducidos sin el afan de dominar a un sector por los de la elite. atte jesus nina huaman

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