sábado, 25 de diciembre de 2010

jueves, 1 de julio de 2010

AREQUIPA: LAS IDENTIDADES EN CONFLICTO DESDE LA ESCUELA, SIGLOS XIX – XX

AREQUIPA: LAS IDENTIDADES EN CONFLICTO DESDE LA ESCUELA, SIGLOS XIX – XX
Dr. Santos Cesario Benavente Veliz
Universidad Nacional San Agustín de Arequipa
I CONGRESO PERUANO:
Basadre, Identidad y Nación”
Tacna, 28, 29 y 30 junio 2010

SERIE: HISTORIA LOCAL

RESUMEN
Las escuelas instituciones legales para la formación de conocimientos a fines al desarrollo de la sociedad legal, tiene características basada en la expresiones de identidad cultural. La finalidad de la presente investigación es analizar las representaciones simbólicas que contribuyen a la formación de las identidades en conflicto con la presencia de las escuelas de primera y segunda letra desde el siglo XIX, donde se plasman los conceptos de diferenciación y polarización colectiva. Pero al utilizar como fuentes las Memorias de Alcaldes, los diarios La Bolsa, El Deber, El Republicano, discursos escritos sujetos al análisis dentro del enfoque etnometológico, nos conduce a demostrar que “Las escuelas escolares centros institucionalizados de aprendizaje tanto en los espacios urbanos o rurales, formarían identidades encontradas y en conflicto por el proceso de homogenización del lenguaje, del comportamiento y de las representaciones conceptuales y conductuales motivadas con la oficialidad exigidas por los planes y programas educativos que organiza el Estado”.
LAS ESCUELAS RURALES Y URBANAS DE AREQUIPA.
Las consideraciones acerca de las escuelas rurales y urbanas relacionadas con las interpretaciones de discursos e imaginaciones, en la que cumplen papel de importancia los medios de comunicación, llámese periódicos, panfletos, revistas semanales, mensuales y anuales que fueron publicadas enfatizan el papel de éstos en los cambios culturales producidos por la comunicación en lenguajes e idiomas con tendencia homogénea de una cultura altamente heterogénea peruana y arequipeña, buscó un estereotipo de identidad en la escuela, el de mestizo como sinónimo de igualdad material y cultural. Pero las diferencias arraigadas construyeron discursos dispares en la escuela institucionalizada para los alumnos oficiales y libres. La escuela fue el escenario de exclusión y racismo reducido a la búsqueda de la esencia social con rasgos biológicos y raciales, a partir de la identificación de los apellidos y procedencia familiar.
En el componente urbano se desarrollo un discurso excluyente, pues primó el apellido, la procedencia de los padres, el lugar de nacimiento, el color de piel y la cultura material. Mientras en lo rural la diferenciación se dio por la procedencia de los padres y por la tenencia de la propiedad, por uso del lenguaje e idioma. En las escuelas rurales los más cercanos a las autoridades y las elites locales, enviaron a los menores en edad escolar y los de las estancias o poblados alejados no llegaron a cubrir la aspiración, hasta la instalación de escuelas en espacios mediadores entre dos o más pueblos. V. g. la escuela de Chala, la de Huambo o las de Caylloma, por mencionar un indicador, se instalaron para que asistan los menores de otros espacios culturales, a ella se movilizaron de varios pueblos de componente social interesado en hacer preparar a los menores. En los pueblos receptores se fueron dando otras dinámicas sociales y comerciales (comercios de alimentos, vivienda, útiles escolares, vestido), entre otros.
Pero si la concurrencia mayoritaria de los alumnos, son de un determinado lugar, los residentes de ese poblado provocaron la contradicción, para intentar llevar a la escuela al lugar de donde proceden los matriculados y si fueron mayoría, trajo consigo contradicciones entre las comunidades campesinas y rurales. O simplemente en el lugar de ubicación y funcionamiento de la escuela resultó un centro poblado nuevo.
Si ello se da en el área rural; en los espacios urbanos, las competencias, son por lograr el mayor número de matriculados en las escuelas estatales o privadas, los anuncios y propagandas fueron insuficientes, las ofertas de profesores de primera letra, con cursos adicionales marcan la diferencia. Pues, la escuela rural y urbana contribuye al desarrollo de la instrucción de la población arequipeña, sin embargo es necesario conceptualizar y diferenciar lo rural de lo urbano y viceversa.
Pues a lo dicho por Martín Barbero: "Lo popular era lo contrario de lo culto, de la cultura de elite o de la cultura burguesa. Lo urbano era lo contrario de lo rural. Hasta hace muy poco estas dicotomías, profundamente esquemáticas y engañosas, nos sirvieron para pensar unos procesos y unas practicas que la experiencia social” . En el estudio social “lo civil y urbano” son etimologías o términos de procedencia citadina, que implica identificar lingüísticamente a una “persona civilizada” que ha dado pruebas de gran urbanidad, al caminar por las ceras, cruzar la calle por la esquina, ceder la cera a las damas y mayores, evita dejar y votar residuos en la calle, saluda con atención a los allegados y conocidos; mientras lo rural va con "maleducado", "villano" y "tonto", sucio, ocioso, distraído, sin vergüenza, son términos que remontan el alma con procedencia campesina , desde la visión urbana.
La visión rural sobre lo urbano equivale a utilizar proverbios menos despectivos: sin vergüenza, cínicos, desconfiados, enredosos, engañadores, avivados, acriollados, entre otros. Percepciones jerarquizadas con una colocación diferenciada altamente, en la escala de valores de los centros de instrucción escolar y colectiva. El crecimiento de casi todas las ciudades y la creación por razones tácticas o militares, de unos pocos y pequeños establecimientos en los espacios fronterizos del periodo republicano, trae consigo tales connotaciones, continuó la heredad colonial de manera desorganizada y azarosa y la expansión urbana se operó en todas las direcciones, siempre que lo permitió la topografía de los suelos y la afluencia de inmigrantes europeos o andinos a varias de las principales ciudades, después de la creciente atracción de la urbe sobre las poblaciones rurales. Se constituyeron en elementos en constante movilidad socializadora interna y externa influyentes en sentidos diferentes sobre el desarrollo de los espacios urbanos y rurales, convirtiéndose en centros de política nacional y comercio exterior, libre de restricciones mercantiles.
En tanto lo rural, identidad no equivalente solo a la actividad agraria sino a la composición social sostén de ella, la ocupación del espacio se le denominó pueblo, con hábitos de convivencia comunes caracterizado por el encuentro de sujetos que sin ser del todo anónimos por el hecho de la proximidad, no están absolutamente integrados en el tejido de las relaciones humanas preferenciales , en él la gestión simbólica forma un rostro público de cada uno de los componentes que impone una justificación ética de comportamiento que intuitivamente puede medirse, en las manifestaciones costumbristas y en el manejo de recursos productivos y naturales.
De donde las relaciones de enajenación – apropiación de la riqueza producida de unos sobre los otros establecieron los patrones identitarios de la ciudad que se convierte en una garantía para el mejor vivir del inmigrante produciendo estándares de igualdad imaginarios entre los ciudadanos al establecer pequeños espacios mercantiles, con cierto decoro para los edificios, centros de recreación, formas de transporte, uso de utilitaria doméstica moderna (industrial ollas de aluminio y porcelana, loza, etc.) para el periodo.
Las particularidades que presenta la ciudad y lo rural en relación a la modernidad "diremos que se identifica un proceso de hibridaciones, desterritorializaciones, descentramientos y reorganizaciones tal que cualquier intento de trabajo definitorio y delimitador corre el peligro de excluir lo que puede ser más importante y más nuevo en las experiencias e investigación social sobre los actores en vivencia” .
Así pues, no se trata de definir, lo urbano y rural, sino de comprender y asomarnos a la opacidad, a la polisemia de esos procesos que han dejado de ser unívocos, que han perdido su vieja identidad. Para no caer en esquematismos ni maniqueísmos es importante tener como punto de partida, la historia, para dar cuenta de manera exhaustiva de las particularidades diversas.
La visión de lo urbano: entre lo popular y lo masivo, considerando la presencia de la escuela, elemento integrador y de movilidad de las poblaciones pertenecientes a la región educativa bajo la administración de la Junta Departamental de Instrucción Sede en Arequipa; "Vamos a comenzar con un pequeño esbozo de ese largo proceso a través del cual dos mundos se han encontrado, se han peleado y de alguna manera hoy no sólo coexisten sino que se fecundan y se transforman. Si queremos entender ese trayecto, esa larga gestación de lo popular-urbano, habría que partir del lenguaje común y de su oposición entre pueblo y ciudad: pueblo como lo elemental y lo auténtico; ciudad como lo sofisticado y lo industrial, por una parte, y, por otra, lo complicado, lo artificioso, lo engañoso, lo falaz. De ahí partimos, no sólo del sentido común sino de una larga experiencia histórica que ha opuesto el pueblo y la ciudad como dos modos de habitar este planeta, dos modos de ver, de vivir, de sentir, de sufrir, de gozar, en el eje de lo elemental versus la complicación y el artificio, y de lo auténtico versus lo mentiroso y hasta lo traicionero.
Como no se puede hablar de lo urbano sin nombrar procesos históricos, quiero mencionar dos experiencias ampliamente reflexionadas. La primera es la experiencia de los años veinte a los cincuenta (…) tematizada por historiadores, sociólogos de la cultura, antropólogos y literatos. Al respecto, yo mencionaría un libro de Beatriz Sarlo (…) una modernidad periférica, en el cual se hace una historia (…) a partir de las escrituras de la ciudad, desde los textos de Borges hasta los textos periodísticos. En segundo lugar vaya referirme a. la. Experiencia (…) en la configuración urbana de la música negra, que también se ha investigado en estos últimos años tanto por historiadores como por antropólogos y estudiosos de los procesos de comunicación”
La experiencia primera, en análisis equivale poner en tapete la formación del imaginario en la escuela con escenificaciones de músicas, cánticos, poemas, versos y dramatizaciones del pueblo, así plantea la aparición de las masas en la ciudad a partir de múltiples migraciones, tanto internas con fuertes movimientos de población uno a otro espacio local resultado de la producción agraria, minera y por la instalación de las escuelas, dentro del país, como exteriores, desde Europa, que transforman la ciudad radicalmente, con la instalación de centros de producción industrial, comercial y luego financiero
Como han escrito varios historiadores, en los años veinte - treinta y sucesivos, lo urbano significó la muerte del folclor y la aparición de lo masivo, de la cultura de masas. De ahí en adelante, cada clase tendrá su propio folclor. El folclor permanecerá sólo en el sentido que le da José Luís Romero cuando, en un texto sobre la ideología de la nacionalidad, llamó a la cultura de masas el "folclor aluvial".
Exceptuado tal sentido, lo que en realidad se presentó fue la muerte del folclor y la aparición de lo masivo, nuevos elementos de moda, (la música, la danza, el vestido) entendido como la visibilidad de las masas o como la invasión por parte de las masas de la ciudad. Esta aparición actuó en dos sentidos: transformando los derechos de unos pocos en derechos de todos y planteando el derecho del mundo popular a la educación, a una vivienda digna, a la salud, etc. No era posible extender los "beneficios" del trabajo, de la salud, de la vivienda digna, de la educación, de la cultura, sin masificarlos.
Ello significa romper una sociedad que en esos años era profundamente estamentaria, aristocrática, feudal y excluyente. Lo masivo implicaba en ese momento la desestructuración de una sociedad estamentaria y excluyente, y la puesta en circulación de unos bienes básicos como derechos de la mayoría.
Masa significaba entonces la visibilidad de un nuevo actor social cuya existencia exigía la destrucción de una sociedad profunda y radicalmente excluyente, estudiada en el enfoque de lo masivo, desde el modelo culto en cuanto experiencia vital y estética apoyada en aquella radical descalificación que proviene de identificar la cultura de masa con procesos de envilecimiento y decadencia, de vulgarización y abaratamiento , con presiones y formatos tecnológicos – comerciales, propios de la elitización de los estudios e investigaciones.
Sin embargo, en vez de hacer lo masivo desconocido y mistificarlo es reconocer en el una nueva sensibilidad, y enfocar la cultura de masas con la visión popular que ayuda al análisis de los comportamientos y conflictos de permanencia que articulan la cultura en los espacios escolarizados urbanos y rurales, envueltos en la dinámica de la urbanidad , con la dinámica a resistencia popular, modos en que las clases populares asimilan los ofrecimientos a su alcance y lo reciclan para sobrevivir física y culturalmente con elementos complementarios a los medios de producción, circulación y recepción cultural.
La circulación nueva figura de lo social, se va a hacer visible en la ciudad. Las masas o clases populares descentran la ciudad, desestructuran la ciudad con heredad colonial, de tal manera que en la ciudad, se va a romper entre una periferia, los tugurios, son el resultado del hacinamiento de la ciudad, hasta formar espacios de vivienda en la periferia, la Pampa es uno de los espacios que albergan a migrantes y comerciantes hasta que lograron la legalización del espacio de hábitat. Desde que los sectores populares comienzan la invasión de la ciudad – de calles, de sus autobuses, de sus escuelas – que se hace pequeña para cuanto las masas reclaman, y esa otra periferia en la que se refugia la burguesía para señalar su distancia de la masificación.
A ella se articulan el canto, la danza, la música, los de vida en la crianza de los menores, en la alimentación, es decir, provocan una transformación de la ciudad urbana, la mediadora es la escuela como símbolo de integración, socialización y cambio en el proceso de ruralización de cultura urbana.
Así en la transformación y conformación de parámetros de la lógica formal, no leva a considerar las escuelas organizadas e implementadas en Arequipa.
El funcionamiento de una Escuela rural en la jurisdicción de Camaná, la prefectura de Arequipa el 30 - 12 - 1847, dio decreto de creación de una escuela de primera letra, en Huanuhuanu, con la disposición de 840 pesos, sobrantes de los fondos de la provincia de Caylloma , de la misma forma contemplaron la creación de escuela en Moquegua con el perfeccionamiento de los fondos de la Beneficencia del departamento, "el local que debe servir para la Escuela de Primeras letras de niñas de Moquegua; (...) autorícese al dicho Prefecto para que proceda la obra invirtiendo 435 pesos, a que asciende el presupuesto, de los dichos fondos, (...) Firma Dávila,” , fue ampliada la gestión por el párroco de Moquegua Sr. Gregorio Martínez, para la fundación de una escuela de instrucción primaria de primer, segundo y tercer grados .
Se agrega que la formación del imaginario no solo se dio entre los asistentes a la escuela sino entre los que asumieron responsabilidad en la administración de la educación, con la aplicación de diseños y estrategias administrativas acordes a la problemática presentada en la instrucción, además de ejecutar la normatividad publicada con el Concejo Departamental de la Instrucción; pero al atentar contra los derechos de la población hicieron público las demandas e identificaron los distractores de la educación.
Escuela de Chala
Que fuera fundada desde 1890, uno de los primeros preceptores de la Escuela de Chala fuera don José Vásquez, asumió el cargo sin tener títulos y aptitudes para desempeñarse como preceptor, las incomodidades y quejas de los interesados padres de familia a través de las autoridades (Gobernador y Juez de Paz), las hicieron públicas, argumentaron que estaba haciendo más daño a los jóvenes y a la patria, peor que la guerra, fueron tres años que estuvo la escuela a su cargo, y no presentó a los jóvenes a examen, no es excusa la entrega de sus haberes, porque hasta le pagaron por adelantado.
Para el Concejo es un gasto sin resultados buenos para la población, porque no enseña nada el preceptor, más bien enseña desvalores a los niños y jóvenes. A pesar que se le dio varias oportunidades, continuó en la escuela, la protesta de los vecinos ante el Consejo Superior de Instrucción Pública , continuó, dados los actos reñidos a la moral de las poblaciones del lugar.
LA POLARIZACIÓN DE LA SOCIEDAD AREQUIPEÑA DESDE LA ESCUELA.
Las heterogeneidades desde la escuela quedan expresadas desde el momento que las normas y leyes dadas para la educación dividen las escuelas de primera y segunda letra, más aún si se organizan y autorizan la edificación de escuelas rurales y urbanas. Con la organización y apertura de escuelas con becarios internos, externos, medios y totales, para hombres y mujeres o mixtas.
Son heterogeneidades, que van construyendo símbolos cuyos significados son diversos y se consolidan en los sectores sociales de acuerdo a la función social, al rol en las relaciones de poder, al rol en las relaciones productivas, familiares y de parentesco. Se constituyen factores simbólicos constructores de imaginarios de larga duración en la historia colectiva de la sociedad, expresados con modalidades variadas.
Dentro de las escuelas urbanas privadas y públicas, las privadas con estudios de internado en tres modalidades: medio, seminternados e internados totales. Los medio internados podían asistir a la escuela y salir durante la noche, mientras que los seminternos sólo salían los días sábados y domingo, pero los internos totales, ni siquiera tuvieron posibilidad de salir en vacaciones, mientras no lo autoricen los padres o apoderados.
Los costos expuestos en los anuncios de los diarios de circulación local, esto implica que las estrategias de instrucción se diferenciaron en cada uno de los espacios de enseñanza, la misma que tiene relación directa con la estratificación que circula a la vez en el tiempo y en el espacio, en el plano de la experiencia colectiva se producen nuevas desigualdades de modo acucioso y elusivo, de alguna manera vinculadas al estudio de las clases en la sociedad industrial y postindustrial vigentes, es decir, no son desplazadas por el tiempo sino que "coexisten, a veces superponiéndose, en otros casos con un claro predominio de uno de ellos, con ocasiones girando en órbitas separadas sin perspectiva de encuentro” .
Esta polaridad, es más notoria en los centros de formación técnica, donde asisten los aprendices de oficios de carpintería en madera y metal, sastres, modistería, fundición, orfebrería, es decir, al demostrar dominio en los oficios pasaron a formar parte del mercado laboral, en calidad de dependientes y después de cierta acumulación y experiencia, aperturan talleres y tiendas, pero quedo estratificada la estructura de la producción.
Por otro lado, la preparación de técnicos en diversos oficios obedeció a las políticas de formación de especialistas en las diversas localidades para que se involucren en el establecimiento del sistema industrial o de la implementación de industrias , quedan polarizados por la pertenencia a tal o cual empresa, con salarios, funciones altamente heterogéneos, a pesar de ello construyeron una identidad institucional como competencia de otras.
Sin embargo, la heterogeneidad en las opiniones sobre el proceso productivo y formativa en Arequipa, la expone Moisés Alberto Campos, al referirse al intelectual especialista en la tecnología agraria, pues, versar opinión sobre las instancias educativas como manifestación del imaginario individual: "los salesianos solo nos darán agricultores sin capital, con algunos mamarachos metidos en el cráneo, de los cuales no harán uso para nada; i ni siquiera nos darán buenos hortelanos (…) ¿los salesianos harán que nuestros campos conozcan el arado a vapor de vertedera honda?, ¿Darán capitales a esos horticultores salidos de su escuela, para que puedan recoger temprano sus cosechas calentando el suelo y el aire por medio de bastidores i de campanas de vidrio (…) , muestra la insatisfacción frente a las propuestas organizadas por los salesianos que intentaron preparar capacidades para el manejo técnico de la agricultura con el ánimo de mejorar las condiciones de producción y cubrir la demanda de las poblaciones en proceso de crecimiento.
A las opiniones y discursos sobre la implementación de la especialidad de agricultura en el Instituto Salesiano, se suma la de Moisés Alberto Campos, sobre las propuestas por tecnificar a los jóvenes, "ellos no harán nada de esto; porque su única i exclusiva ambición es la llenar el vientre i digerir con el estómago puesto al sol. Nosotros estamos convencidos que el mejoramiento de nuestra agricultura no partirá de los salesianos; porque además de el no enseñar provechoso a los alumnos que tienen, estos alumnos no son de clase pobre i aunque aprendiesen todo lo necesario para ser buenos agricultores, no podrían, por su pobreza, emplear sus conocimientos por conocer de capital. Los Salesianos van a mejorar nuestra agricultura i nos van a dar agricultores que trabajen nuestros campos, no ya siguiendo la rutina; sino, empleando los nuevos medios de cultivo que se han presentado en el horizonte” . El discurso construido a raíz de la propuesta, los imaginarios pesimistas se manifestaron en los medios de difusión de cobertura arequipeña y nacional, resaltan fenómenos de interpretación con diversidad de ideas propias de los imaginarios individuales, intentaron hacerlos públicos a fin de construir los colectivos, la expresión linda con las especulaciones o interpretaciones de la simbología institucional, sin la verificación de la realidad instructiva salesiana.
La veracidad de la asistencia de alumnos que no pertenecen a los sectores pobres es evidente, si participaron de los servicios brindados por las escuelas técnicas tallerizadas fueron en menor número, dadas las condiciones de manejo de materiales y insumos que demandó inversión de capital, entonces la homogenización estudiantil, mantuvo la relaciones de diferenciación por la tenencia de capital de inversión en la instrucción.
Las opiniones encontradas con las propuestas salesianas alteran las visiones de formar un sector social especialista en el manejo de las tecnologías industriales, y en el procesamiento de materiales que contribuye a la producción competitiva. Se suman las criticidades frente a hechos vandálicos contra domicilio de profesores vigilantes de la alta moral social, Francisco Mostajo, escribe:
"Alumnos del Colegio de los Jesuitas son los que, en altas horas de la noche, asaltaron el Juzgado de Paz del Dr. Romero arrancado de quicio las puertas i sustraendo documentos i dineros. Elocuente es la prueba que esos bichos han dado de la Educación que reciben de ese plantel vástagos habían de ser de la cartera que produjo á Belaunde i á Casali i como dice el vulgar aforismo de tales jesuitas, (…) Muestran, en sus aulas, a este por de santos encarcelados como perfectisismos modelos de cristiana conducta i es por eso que sus alumnos han ejercitado venganza contra el enérgico magistrado que ajustó a aquellos en el torniquete de la lei i al mismo tiempo han revelado que no echan en saco roto las lecciones de sus maestros i el ejemplo de los dos benditos. Otra vez los salesianos (…) el día que los salesianos tengan bien montados sus talleres nuestros artesanos tendrán que cerrar los suyos y morirse de hambre, sin remedio. Esos aventureros extraños les haran la mas feroz e incontrarrestable de las competencias. Como ellos no pagan patente, ni derecho de aduana por las materias primas, ni salario a los trabajadores, podrán vender sus productos a precios baratísimos. En tanto nuestros trabajadores, que ablan al fisco todos los gastos, no podrán hacer nunca igual rebaja. De aquí, que el comprador que siempre busca lo barato, ocurrirá inevitablemente a los talleres salesianos, i no a las tiendas de trabajo de nuestros obreros. I se explica que si lo haga, pues mientras que en aquellos podrá conseguir por ejemplo, un par de botines de tres soles, en estos no los conseguirá en menos de seis. I adios, entonces zapaterías, i lo mismo sucederá con los demás oficios. La miseria del pueblo será la consecuencia fatal. Por eso los salesianos son odiados en todas partes i arrojados de todas partes. Por eso el pueblo de Arequipa debe mirar en ellos un enemigo implacable que tarde o temprano, le arrebatará hasta el pobre mendrugo el pan que hoy saborea. ¿Qué se hará mañana en que ya no encuentre trabajo o que el trabajo mal remunerado no le baste para sostener su hogar”
Si los salesianos organizaron los aprendizajes de especialidades técnicas con rigurosidad, y sin observar los cambios en las poblaciones de Arequipa, las protestas continuaron, en el más variado lenguaje, v. g. "devorando el dinero del pueblo (…) es lo cierto que el pueblo siembra i siembra con su trabajo, con su sudor cotidiano, i los salesianos pelechan como si fueran dueños legítimos de esta heredad que se llama Arequipa. Asimismo mensualmente se absorben gordos miles de soles por enseñar (¿) agricultura ¿I sabéis quien es el profesor de este ramo? El Horticultor que cuida en Tingo, el jardín del Dr. Hunter, es decir, un hijo del pueblo, un humilde arequipeño, un artesano que podríamos llamar nuestro. A este se le abona cada mes la mísera suma de S/ 10 pico por pico menos (…)” .
La polarización de los alumnos no solo fue generacional, sino se distinguieron con claridad los conceptos básicos de diferenciación racial o étnica, por tanto se fueron aprendiendo los significados de burocracia, revolución intelectual e industrial o individual. Con la asistencia a conferencias y eventos de exposición, con intercambio de documentos y correspondencia , con lecturas y comentarios colectivos, con los debates organizados entre los primeros años con los años superiores, con las competencias internas – externas entre los alumnos, con los juegos interescolares.
Con la emergencia de las competencias internas y externas entre las escuelas fue causando la fragmentación del orden social jerarquizado de la sociedad arequipeña, ello permitió suscribir acuerdos consensuales o contratos para mantenerse constante la compra y venta de servicios, tierras o bienes. La expresión de identidad colectiva no aparece como consecuencia de las competencias, sino más bien como acción del individualismo, por eso el "yo, no se aprecia sólido ni unitario: aparece no sólo fragmentado, sino modificable se desee” , pues, las acciones colectivas e individuales pueden cambiar rápidamente, y acentuada en la división del trabajo, la alta movilidad social.
Pues, al establecer normas de conducta escolares en la enseñanza, trataron con ello contribuir a la formación de la personalidad individual, al modelo exigido de la autoridad con imposición y al individuo sea hombre o mujer por ejemplo para que pueda ser considerado y venerado. Aquel que no cumplió sus normas, la personalidad individual, dejó de ser trascendente y no fue considerado en la toma de decisiones. La transgresión de las reglas representan la individualización del poder, no lo hacen en el "yo" y otros en el "otro" y si están en abierto enfrentamiento, ciertos elementos aluden a la existencia de ciertas tensiones y conflictos, si el preceptor "identificó conflictos constantes entre los componentes, en el receso los enfrentó a puño limpio o con guantes de boxeador e hizo de mediador en la pelea cuyo resultado hubo ganador generalmente o empate algunas veces, las peleas se dieron con los provincianos que llegaron al colegio”
En otras ocasiones las peleas fueron censuradas con mucha rigurosidad por los directivos, los castigos de reprehensión fueron severos: los arrodillaron mirando al sol en el centro del patio, mirando a la pared, sobre un grupo de piedrecilla, sosteniendo ladrillo con los brazos abiertos, con palmetas, fuetes, ramas de árboles, entre otros; pero lejos de reprimir y terminar con los enfrentamientos, más bien los agudizaron.
Las peleas no siempre fueron entre los lugareños y provincianos, sino entre los componentes de la escuela, donde el auxiliar jugó el papel de organizador y promotor, motivó conflictos colectivos en circunstancias especiales, de manifiesto en el interior del aula con el "mano a mano" quedó pactado el compromiso de pelea para la salida con "chócalas a la salida" en este, caso, la fuerza es un recurso de poder del grupo poderoso, pero no es coercitivo, sino más bien es mental, en lugar de controlar directamente las actividades de los otros mediante la fuerza física en el momento, se controlaron la base mental de las acciones, para que actúen los otros con ellos .
Las peleas y conflictos con discurso de acción con alto contenido de violencia no lo hicieron solo los contendedores, sino que fueron acompañados de los más allegados y en grupo, el término quedó definido con la perdida de la pelea: si lo hizo llorar, si corrió, si empezó a sangrar de la nariz o herida por los fuerte golpes, o simplemente "me ganas". En ciertas escuelas la pelea termino sin empates tuvo que haber perdedor, pero los pactos también los hicieron con grupos de estudiantes de otras escuelas, en lugares descampados o de elección especial, con ellos quedaron fijadas las competencias y dominios de los espacios por consenso o por la fuerza de la costumbre. En tal caso, las acciones conflictivas fueron ejecutadas intencionalmente en situaciones o estados mentales con sentido, lo que a su vez hace que sus actores muestran propósitos y metas controladas por la intencionalidad de los componentes. Motivaron la participación y acción de las autoridades de la ciudad (Gobernador, Alcalde, Prefecto)
La polarización individual, iniciado con peleas en el interior de la escuela, trajo consigo la polaridad de los estudiantes de la urbanidad con los de la ruralidad, por una parte y por otra el conflicto y enfrentamiento entre los individuos desde que salieron de la escuela y sobre todo cuando pelearon fuera de ella en grupos y cada grupo determinó quien debió de pelear con el del otro. Tales circunstancia fue indicador de competencia y sobre todo de vencedor, que luego asociado a los roles profesionales, económicos o políticos quedaron latentes y cuales quiera de las contiendas, eran resultado de ganador o no ganador, por tanto, el imaginario con polarización fue uno de los componentes en el desarrollo escolar.
Los factores de la polarización social arequipeña queda identificado entre los residentes y lugareños, mientras duró el establecimiento por dos o más generaciones hasta sentirse arequipeños. Otro de los elementos, la procedencia de los colegios privados o públicos, originaron grupos de enfrentamiento fuera de la escolaridad y quedaron en grupos barriales defensores de los espacios y dominios colectivos. Al realizarse celebraciones barriales con la presencia de los grupos organizados terminó la fiesta con heridos, golpeados hasta detenidos por la gendarmería. Por añadidura la polarización social, se dio por el lugar de origen de los componentes y actores sociales institucionalizados en la escuela.
Pues, en la escuela se le impuso una personalidad individual, con el castigo y violencia física y psicológica de competencia, para que sea como su profesor o profesora, padre o como fulano de tal o simplemente como el otro.
Sin embargo, al vincularse con la complejidad cultural de la sociedad urbana o rural, tuvo que construir otra de acuerdo a las exigencias del mercado y continuó en la búsqueda de su individualidad, se organizó y fomentó los clubes, y asociaciones gremiales, estableció en el nuevo espacio, las fiestas y devociones a la usanza del lugar de origen o como símbolo de reciprocidad volvió a ser alferado, devoto, y conductor de la fiesta más representativa del lugar de origen, pues, aquella identidad coercitiva y centralista del yo queda expresada en términos colectivos y reconocida, en el transcurso fue acumulando muchas identidades y avanzó por muchos escenarios frecuentemente con libertad en sus tradiciones y con dependencia al poder local (instituciones, industrias, comercios) y a las tradiciones.
Las polaridades sociales en la escuela, no tuvieron el rasgo de ruptura de equilibrio del poder institucional, sino más bien, la trascendencia fue paulatina mientras se fue negando la cultura de quienes asistieron a los claustros por la temporalidad de estudio y en su interior negaron la cultura de procedencia de los componentes con criterios racistas y excluyentes. Políticas diseñadas para la escuela (organizadas por las autoridades, no fueron escritas sino utilizadas por la costumbre, facilitó a la administración) por las élites centralistas que trataron de formar desde la escuela las nuevas élites para controlar el poder local, regional y nacional así preservar los espacios económicos y políticos.
SIMBOLISMO E IDEOLOGÍA DE LA ESCUELA AREQUIPEÑA
Si el simbolismo está cerca y pasa por los distintos acontecimientos utilizados, mencionados, o representados desde el signo y la palabra hasta el mito y lo inconsciente, pero no puede identificarse con ninguna de esas expresiones de la vida escolar, expresan aprendizaje de palabras, gramáticas de lenguajes empleados entre las aulas con parámetros del sistema lingüístico, traspasa las representaciones cotidianas, ubicándolas por encima de los valores referenciales de las palabras como construcción ordenadora del comportamiento colectivo y entendido como la ecuación resultado de las funciones del sistema límbico y neocortexial de la estructura cerebral:
• En la formación de ideas, abstracciones, experimentaciones activas, entre el estilo del aprendizaje de quienes disfrutan tomando decisiones, resolviendo problemas, viendo las aplicaciones prácticas de las ideas, los conceptos y las teorías;
• Al hacer combinaciones de la experiencia concreta con la observación reflexiva, el resultado son las diversas alternativas elaboradas con la misma idea, puestas en comprobación y discusión en grupo con interés amplío al elaborar el significado de los valores;
• Mientras al producirse las combinación de las abstracciones y la formación de ideas con la observación reflexiva, se elaboran modelos teóricos, esquemas lógicos, se prefieren los conceptos e ideas abstractas o gusta por la precisión o exactitud;
• Si se combinan las experiencias concretas con la experimentación activa, se elaboran cosas, buscan nuevas oportunidades, gustan de trabajar elaborando cosas, más que con la ideas, se adaptan fácilmente, son intuitivas, resuelven problemas a base de ensayo o error o son impacientes .
Entonces, “los actos simbólicos suponen siempre actos de conocimiento y de reconocimiento, actos cognitivos por parte de quienes son sus destinatarios” , que hacen efecto en varias manifestaciones sintomáticas, según el efecto de la circunstancia social que producen reacciones imprevisibles o imperceptibles a la simple comprensión consciente, motivo de profunda búsqueda de las causales256 que lo ocasionaron. Pero "para que un intercambio simbólico funcione es necesario que ambas partes tengan categorías de percepción y de valoración idénticas (…) Para que semejante forma de dominación se instaure, hace falta que el dominado aplique a los actos de dominación (y a todo su ser) unas estructuras de percepción que, a la vez, sean las mismas que las que emplea el dominante para producir esos actos” . De ellos en la escuela el simbolismo exige dos elementos actuantes que hacen de receptor uno y otro de emisor hasta que establezcan los de mensajes de ida y vuelta. La investigación nos muestra que los mensajes pueden ser emitidos en un tiempo y espacio determinado, ello exige descifrar tal significación simbólica.
En la legislación educativa, la noción de ley, como sentido de orden simbólico, introduce la prohibición, la sanción, y reglamentación de actos pedagógicos, al transgredir tales principios, la significación "es simbólica (cultural) de la función imaginaria que se consagra con él, pero que lo vela al mismo tiempo que le da su instrumento ante la falta de un objeto real sobre el cual debe terminar la prohibición (que más bien funciona como Representación) , denominado significante imaginario para imponer (como representación) a los objetos la prohibición. Lo imaginario puede ser usado en este aspecto, en ejemplo, no quita lo anterior, en el sentido de la invención de algo, pero afecta los modos de simbolizar de aquello que conocemos como realidad y esta actividad quedo filtrada o se cuela en todas las instancia de la vida social.
IDENTIDADES LOCALES Y REGIONALES DESDE LA ESCUELA.
Al referimos a las polaridades desde la escuela, queda implícito el tratamiento de las identidades y de las expresiones del yo individual, no tratamos las identidades colectivas formadas desde adentro, con su propia lógica procesal, de manera creativa e innovadora, no – dogmática hasta audaz y democrática, en las representaciones simbólicas de la realidad.
El término identidad, en la escuela sugiere el descubrimiento de habilidades destrezas cognitivas, psicomotrices y afectivas en tanto descubren el poder transformador y la capacidad para medir los procesos de enseñanza – aprendizaje, complementarios a las individualidades escolarizadas. De donde las identidades individuales con las representaciones en los discursos de finalización del año académico, promocionales o de actuaciones por aniversario u otros, quedan representados con acciones teatrales, danzantes al estilo andino en las escuelas rurales y con influencia occidental en las escuelas de urbanidad o de la costa, pues, permite encontrar la oposición entre el danzante, cantante, poeta y el personaje representado que se traducirá luego en las oposiciones entre el yo y el otro, entre el pasado y el presente.
Resulta la plasmación de la identidad imaginaria en la ritualidad o actuación definidas jerárquicamente superiores a las identidades individuales con alto valor simbólico y cultural, motivo de felicitaciones y largos aplausos, "en las actuaciones por fiestas, aniversario de la localidad, y colegio las presentaciones se hicieron con mucha naturalidad de obras literarias, poemas, danzas, canciones, bailes y hasta discursos especiales por los estudiantes, es decir expresaron identidades” individuales a las colectividades asistentes a los ceremoniales.
Las expresiones identitarias individuales de alto valor simbólico y cultural se dio en los juegos y competencias realizadas entre los componentes de la escuela, los competidores en los juegos de chochos, bolas, trompos, la pega pega, al sum sum de la calavera, el tejo, entre otros, tuvieron sus jerarquía de preferencia de acuerdo a los jugadores y competidores. Lo que implica el respeto a la identidad de ganador o perdedor de acuerdo a la tradición, es decir, no es un asunto sólo de costumbre, sino de valores sociales contenidos en las acciones que comparten un conocimiento social histórico. Pero cuando cierto tipo de juego estereotipado en tanto tradición y conocimiento colectivo, se convierte en identidad de grupo , mediatizada en cierta medida por la tradición y la versión de la historia del pueblo.
En cambio, cuando un niño o joven que no fue a la escuela, al observar un cuaderno, lápiz, libros, catecismo y bolso (bolsón), inmediatamente lo identifica con la escuela, tiene mayor significación, si observa a los del entorno que en cierto periodo de tiempo organizan los útiles, trajes y atuendos exigidos por las políticas de las escuelas; el niño o joven exige a los tutores lo dejen ir a la escuela o tal aspiración quedó en "no puede ser" entre quienes las posibilidades no fueron apropiadas, pero en quienes las identidades escolares quedaron como inconsciente, no importó la edad para hacer de la escuela una mediación en el desarrollo de su identidad individual.
Al quedar insatisfecho organizaron opinión colectiva entre los componentes políticos hasta que se organizó las escuelas nocturnas para artesanos y particulares interesados en dominar las estrategias para descifrar de los códigos y símbolos escritos y hablados entre los patrones de la cultura occidentalizada, entonces la Unión Católica destinó espacios de matrícula y funcionamiento de la escuela de primera letra y colegio como respuesta a la organización de la Liga Independiente de Arequipa. En ambas escuelas las orientaciones imaginarias tienen objetivos de vida conservadoras las primeras y liberales las segundas.
La misma ocurrencia con las actividades de ritualidad del 28 de julio o celebración de fiestas patronales y aniversario o cierre de año académico, donde las presentaciones escenográficas escolares no faltaron. El niño o joven identificó a los competidores generalmente al ganador, imagen que tratará de replicar cuando crezca y se agrande. O si observó a un maestro con gran calidad y dominio en la escuela tratará de replicar o superar, es decir lo identificó como un modelo o símbolo con gran valor social, se convirtió en una identidad paradigmática.
La identidad incluye entonces, el "dominio de un conocimiento en el que se encierra toda tradición del pueblo; pues la existencia de estereotipos, alude a la necesidad de transmitir ciertos significados de manera ritualizada y objetivizada en un objeto material” , la instancia de formación de las memorias colectivas con sentido próximo a pesar de utilizar los sistemas escolásticos y conductistas, es la escuela.
Para el siglo XIX, la identidad sugiere ser estudiante, profesor o profesora en turno completo, la identificación es estable y constante en la comunidad sea urbana o rural, es de mayor prestigio. Las identidades con cierto desequilibrio se presentaron con la fundación de escuelas, numerarias cada vez, y las instituciones formadoras no cubrieron la demanda.
La municipalidad e iglesia identificaron las situaciones problemáticas y aplicaron estrategias dirigidas a la educación, designaron como preceptores a individuos cuya identidad acredite como mínimo enseñanza de segunda letra o de primera letra si es escuela rural y mixta de acuerdo al lugar. Designaron espacios para el funcionamiento en propiedad de la municipalidad, la iglesia, de alquiler o vecinal (voluntariamente cedido hasta regularizar la estabilidad), en falta de preceptor asignaron al sacerdote, gobernador, juez o familiar cercano, que domine lo indispensable escritura – lectura y haga las veces de preceptor. Tales estrategias de aplicación dieron como resultado la especialización y estabilidad laboral con nombramiento.
El preceptor tiene ocupación complementaria frente a la problemática social (hace de autoridad, curandero, de tutor, consejero, comunero, hasta de confesor), no se confundió entre la multitud, la identidad dada o ganada de preceptor, la ocupó en un espacio diferenciado en la memoria colectiva, como única prioridad.
Para comienzo del XX la identidad no sugiere carácter y estabilidad, sino elección y cambio, el número de escuelas es mayor y la formación de preceptores menor, dio como resultado que trabajadores de instancias públicas asumieran como preceptores, "es posible ser trabajador de un proyecto durante la mañana y, por la tarde, ser director de otro proyecto. Uno puede ser funcionario burocrático y también miembro de muchas redes profesionales” , las opciones de ocupación del periodo de estudio pudo ser el inicio de expresión de libertades de ocupación, es decir, aquellas normas que obligó al individuo a ocuparse sólo de un oficio, fueron rompiéndose, con ello los roles e identidades flexibles o híbridas prevalecen en algunos sectores ocupacionales más que en otros, así con la introducción del mercado de capitales comerciales luego industriales, en la medida en que los trabajadores deben desenvolverse en un amplio rango de ambientes cambiantes, la personalidad flexible se convierte en un requisito para el éxito laboral.
A partir de la utilización de concepciones sobre la valoración del indio u hombre andino, se toma nuevas interpretaciones e identidades entre los liberales, es decir, lo indio, mestizo va creando un nuevo espacio de identidad reconocido entre la escuela, pero en la sociedad sólo lo utilizaran como elemento mediador entre las tradiciones y conflictos de poder.
La aplicación de diversidad de estrategias acordes a los problemas presentados en la escuela pública o privada, rural o urbana, se fueron formando identidades de gran arraigo local o regional, sobre todo cuando se utilizaron las estrategias competitivas presentadas en los ceremoniales centrales del año académico, es decir, la identidad local quedó expresada en el símbolo de la escuela, cuando representó al lugar en las competencias deportivas, o académicas, la identidad del lugar de pertenencia de la escuela se convirtió en estímulo de transformación de poderes entre los participantes y actores principales. Al hacer la premiación a los ganadores en acto público, se estimularon las contradicciones cuando no fueron bien calificados los competidores u organizaron estrategias duales entre los componentes y dieron como ganadores equitativamente a las escuelas participantes.
CONCLUSIONES
Al utilizar como fuentes las Memorias de Alcaldes, los diarios La Bolsa, El Deber, El Republicano, discursos escritos sujetos al análisis dentro del enfoque etnometológico, dejan evidente la formación de identidades construidas con criterio homogéneos, sin tomar diferencia a los elementos culturales locales y regionales lo que hace que las identidades entre en conflicto y resistencia cultural.
Las escuelas escolares centros institucionalizados de aprendizaje tanto en los espacios urbanos o rurales, forman identidades encontradas y en conflicto por el proceso de homogenización del lenguaje, del comportamiento y de las representaciones conceptuales y conductuales motivadas con la oficialidad exigidas por los planes y programas educativos cuya significado no es momentaneo sino que se convierte en proceso de larga duración, por ello hoy la escuela se ubica en un contexto de conflicto entre la oficialidad y proceso de cambio y transformación cultural que la sociedad manifiesta.
Fuentes y Bibliografía Básica
Barbero, Jesús Barbero. 1987 Procesos de comunicación y Matrices de Cultura. Ediciones FELAFACS Gc. México
Barbero, Martín. 200 l De los Medios a las Mediaciones y Dinámicas Urbanas de la Cultura; En: http://www.naya.org. ar/articulos/jmb. htm; http://www.antropologia.com.ar
Bourdieu, Pierre. 1997 Razones Prácticas. Sobre la teoría de la acción, Barcelona, Editorial Anagrama,
Brown, Richard. 1999. El Estudio de la Cultura en la Economía Política Global; En: Cultura y Globalización, RED para el Desarrollo de las Ciencias Sociales, Lima
Campos, Moisés Alberto 1902; En: Ariete Arequipa, 20 enero
De Certeau, Michel. 1999. La Invención de lo Cotidiano: Habitar, Cocinar T. II. Editorial Universitaria Iberoamericana, México
El Republicano, Diario. Arequipa 12 febrero 1848
El Republicano, Diario. Arequipa 3 mayo 1848
Estermann, Josef. 1998. Filosofía Andina: Estudio Intercultural de la Sabiduría Autóctona Andina. Ediciones Abya - Yala, Ecuador
Gispert, Carlos. 2002. Master de la comunicación: El aprendizaje. Editorial Océano, Barcelona
Grompone, Romeo. 1999. ¿Un lugar en el mundo? Paisaje y diferencias en la sociedad global; En: Cultura y Globalización. RED para el Desarrollo de las Ciencias Sociales, Lima
Harris, Walter. 1975. El Crecimiento de las Ciudades en Latino América. Ediciones Marymar, Buenos Aires
La Bolsa, Diario. Arequipa 12 diciembre 1893
La Bolsa, Diario. Arequipa 2 marzo 1899.
Mostajo, Francisco. Alumnos Salesianos; En: El Ariete, Arequipa 29 enero 1902.
Signorelli, Amalia, Antropología Urbana. Antropus Editorial, México 1999, P: 16
Silva, Armando. Imaginarios Urbanos. Tercer Mundo Editores, Colombia 1992. P: 84.
Torres Saldivar, Norberto, de 86 años, Exalumno del Colegio Independencia Americana. Entrevista del 17 agosto 2002 y resúmenes de quienes actuaron en los encuentros pugilísticos hoy profesionales y trabajadores, guardan una memoria de larga duración, socializada por motiva de la presente investigación
Van Dijk, Teun A. El Discurso como Interacción Social. T II Editorial Gedisa, Barcelona 2000. P: 41.

viernes, 18 de junio de 2010

Guayasamín revive por un día con la exposición de Luis Eduardo Aute en Q...

Oswaldo Guayasamin - Ecuador

guayasamin film painting

Conferencia "La Cruz del Tiempo" por Gustavo Guayasamín (1)

Conferencia "La Cruz del Tiempo" por Gustavo Guayasamín (2)

Conferencia "La Cruz del Tiempo" por Gustavo Guayasamín (3)

Conferencia "La Cruz del Tiempo" por Gustavo Guayasamín (4)

Conferencia "La Cruz del Tiempo" por Gustavo Guayasamín (5)

Conferencia "La Cruz del Tiempo" por Gustavo Guayasamín (6)

El significado de la Chakana (cruz Inca)

La Chakana

Simbolismo de la Cultura Andina

LOS ANDES UNA CULTURA DEL AGUA

encuentro mundial de cosmovision andina

cosmovision andina

¿Qué es una cosmovisión?

CHUCHEMAN ceviche de camaron

El Ceviche Peruano

miércoles, 24 de febrero de 2010

Arequipa: Las escuelas productivas

Santos Cesario Benavente Veliz

SERIE: Historia Menuda



Resumen

En el marco de la micro historia cultural, una de las representaciones orientadas a la historia institucional, está la visión de la escuela en el proceso de formación de los imaginarios sociales productivos, quedan manifestados los criterios de cambio y modernidad desde la implementación de espacios de instrucción, enseñanza y aprendizaje diferenciados por especialidades ocupacionales que darán una mirada de amplitud y mejoramiento de las condiciones de vida de la población en edad productiva, además de ofrecer una mano de obra tecnificada y calificada al inicio del desarrollo industrial regional y nacional.

Palabras clave: escuela taller, salesianos, modelos de instrucción, módulos productivos

Introducción

La educación peruana de finales del siglo XIX, pasa por una etapa de crisis y cambios cualitativo, de la tendencia escolástica y lancasteriana, de sectores sociales divididos por las prácticas religiosas, fueron de evidencia social, los padres salesianos al paso por Arequipa a otras ciudades del sur del país (Puno y Bolivia), dieron la opción de establecer una escuela productiva, con la finalidad de formar generaciones que se involucren inmediatamente al aparato productivos regional en campos diferentes.

Es decir, con ello fomentó la formación de individuos con habilidades manuales que la insipiente industria necesitó para mejorar las condiciones de bienestar de vida en el país.

Las diversas propuestas y proyectos de la educación pública del siglo XIX (arequipeña) con fuerte influencia ideológica y política en los planes y programas educativos de las escuelas públicas y privadas, se acentuaron con la reorganización después de 1845 de los colegios secundarios nacionales dio viraje en la educación del país, afectada por las guerras civiles internas.

En tanto Arequipa asumió un rol protagónico en la política nacional, entre hombres y mujeres de escuelas y colegios públicos y privados rurales y urbanas, dirigidos y controlados por los síndicos del ramo de la educación identificaron su funcionalidad en locales alquilados en su mayoría.

Con cambios de estrategias políticas se masificó la educación en las zonas urbanas y rurales, establecieron cátedras de economía política, derecho, gramática, otros de análisis económico y política nacional. Con reglamento de instrucción dado en 1884 para todos los niveles de enseñanza y administración educacional, por primera vez el ejecutivo dio facultades a la Asamblea Constituyente, dicta reformas para el sistema educativo nacional del siglo XIX.

La enseñanza e instrucción en las escuelas se expandió no sólo en las zonas urbanas de los departamentos principales, sino a las zonas rurales, se crearon escuelas en Moquegua, Caravelí, Camaná, entre otras provincias. La normatividad estableció alternativos para disminuir la problemática educacional, dispusieron tener las estadísticas sobre las escuelas existentes incluyendo datos sobre la población estudiantil; dar carácter continuo y periódico a las informaciones; establecer escuelas normales en provincias a cargo del Consejo de Instrucción; conceder injerencia a los preceptores en la programación de las escuelas; prescindir de extranjeros en la enseñanza elemental “para evitar la desnacionalización de la juventud” evitar la congestión administrativa, entre otras, incluyendo el sostenimiento de las escuelas con un fondo bajo el nombre de “fondo especial de escuelas” recaudado en cada distrito, de una manera proporcional y equitativa y sólo en la cantidad suficiente para llenar las obligaciones municipales respecto a la instrucción primaria de los pueblos.

Se creó la escuela normal de varones, funcionó con la concepción progresista “educar no es rezar ni enseñar, es predicar” y no se podía subordinar lo científico ni a los dogmas, ni al estado, ni a la iglesia.

Mientras, fueron tomando decisiones políticas en los gobiernos desde Lima en Arequipa, la educación tuvo sus particularidades, sustentada por conservadores y liberales preocupados por la educación arequipeña desde el inicio de la república, con las revoluciones de 1834 afectaron al dictado de las cátedras de filosofía, matemáticas, lenguas, geografía y humanidades, con mineralogía junto a otras ciencias y artes, formando así generaciones óptimas para cubrir la demanda de profesionales en el ámbito productivo y comercial del sur del país.

Los cambios de concepciones en la educación como consecuencia de las políticas económicas, primero por el dominio francés y luego ingleses, la escolástica junto a las tendencias lancasterianas y productivas; dieron las bases para la formación en las escuelas de las poblaciones juveniles del Perú, las mismas que cumplieron roles diversos en las distribución de la riqueza y control del poder en la gobernabilidad local y regional.

Escuela Salesiana, Escuelas taller de Hombres y Mujeres

La Comisión de Instrucción del honorable Concejo de Arequipa puso en conocimiento público la apertura y funcionamiento de la Escuela Taller de Varones desde el 24 de abril de 1881 para la inscripción de jóvenes.

Dada la Resolución del 19 de marzo de 1885 se estableció una Escuela Taller para que funcione en la Calle Ejercicios y le asignaron para su establecimiento S/. 6,400 anuales de la renta del cupo de molinos.

Por otro lado, con el actuar de la Prefectura entregó al honorable concejo Provincial la casa comprada de la familia Masías, situada en la esquina de San Juan de Dios, inmediata a la puerta del hospital, por orden del Gobierno Central para que sea ocupada por la Escuela Taller de Varones . Mientras la Inspección de Instrucción nombró como profesor de Doctrina Cristiana de la Escuela Taller de Varones al Capellán de la Cárcel Sr. D. Juan Rivero, que actuó junto los 43 nuevos matriculados para 1891.

En la Municipalidad Provincial autorizaron a Juan López de Romaña para formular el presupuesto de todos los útiles y herramientas necesaria para ser encargadas a Europa con un presupuesto hasta los 5000 soles. Así mismo, acordaron dar como nombre a la Escuela Taller de Varones, lleve el título de “Colegio Bolognosi” en mérito al héroe de Arica . La instalación oficial quedó presidida por el Prefecto D. Caravedo, el Inspector de Instrucción Dr. Bedoya con la denominación del taller como “El Colegio Bolognesi de Artes y Oficios” y nombrado interinamente al Ing. Agustín Espinosa ; mientras dure la licencia al Director Don Juan López de Romaña para viajar a Europa he hiciera las compras necesarias.

En el proceso de equipamiento de la Escuela Taller de Varones, El Maestro de Taller de Carpintería D. Santiago Mostajo, “ha obsequiado al Honorable Concejo, (...) con destino al Taller de Varones, (…) las siguientes herramientas: un nivel de metal, una regla de pulgadas, un entornillador grande, dos formones de torno, un trabador de serruchos, una sierra grande de espigar, un gramil de Jacaranda, 3 fierros dobles de cepillo, un juego de fierros, 4 brocas salomónucas, 8 brocas de dialetas, una escuadra de fierro, un hacha, una escofina, una lima, un talacho de fierro, un barreno grande, un martillo, 4 limas triangulares, (...)” , la donación hace mención a los diferentes instrumentos utilizados en el proceso productivo de la especialidad de carpintería en el taller. Con las diferentes herramientas y medios productivos los aspirantes a una especialidad productiva pasaron por especial evaluación en el manejo de instrumentos de producción, en el acabado, el uso de los recursos y materiales que demandó la carpintería. En correspondencia el Concejo acordó comprar 15 pupitres escolares al Maestro Santiago Mostajo, para los preceptores de las escuelas municipales .

Las especialidades del Taller o Colegio Bolognesi estuvieron en relación a la productividad arequipeña, es decir, los alumnos una vez de pasar por la preparatoria, se incorporaron rápidamente al aparato productivo. Las especialidades las dictaron especialistas en el ramo del dominio del maestro, incorporaron a nacionales y extranjeros para la dirección de los talleres, los italianos Luís Margora y Ángel Agostini en los de peltrería , hojalatería y cobraría. Además establecieron especialidades para el turno de noche asistieron los interesados en Teneduría de libros.

La Escuela Taller de Varones tuvo la competencia del director Sr. Juan Luis de Romaña, no pudo ser sostenido después de 1894, a pesar que se buscó el sucesor después de él, a fin de que producir resultados que la sociedad esperó en el campo laboral e industrial o artesanal.

Desde abril de 1887 la gestión de apertura de Escuela Taller para Niñas, como institución educativa, para fomentar la preparación de mujeres que brinden atención de calidad en los hogares y centros de producción, lo consideraron al proyecto como uno de los primeros a nivel nacional. Con la instalación cubrió la demanda de señoritas arequipeñas de todas las condiciones, sus directoras dieron las orientaciones administrativas a fin de hacer de la “Escuela Taller” de niñas una institución óptima que cubra las necesidades de la sociedad.

Hasta que el Honorable Concejo “concedió licencia para la apertura de la “Escuela Taller de Niñas”, bajo la dirección de las señoritas Pereira, (...) dieron avisos del local, así como aquellos que facilitaron la instalación y funcionamiento” . Para 1889 se encontró funcionando en el local conocido con el nombre de las Educandas, la escuela – Taller para niñas quedaron bajo la dirección de Srta. María Josefa Villena, con más de 30 alumnas matriculadas.

En las evaluaciones anuales de 20 alumnas obtuvieron el calificativo de sobre saliente y aprobadas por unanimidad, generalmente después de 1890 que regentara la Escuela la preceptora Amelia Lazo, ante la comisión calificadora del H. Concejo, quedando así establecido que la buena preparación en las especialidades de costura, bordados en diferentes estilos y tipos, apreciados por la comunidad en la exposición, la misma que generó grandes beneficios a las participantes, sobre todo al prestigio de la “Escuela Taller de Niñas”.

Para 1890, la reglamentación organizada por la Junta General fue aprobada por la gestión del Alcalde José Moscoso Melgar, para la escuela Taller de Mujeres, cuyo texto quedó establecido en los siguientes términos:

1º La escuela taller de mujeres tiene por objetivo preparar a estas, mediante la enseñanza correspondiente, para las industrias y ocupaciones propias de su sexo.

2º La enseñanza de los talleres comprenderá inicialmente: tejidos acrochet, frivolete, filé, badanas, flecos, cordones. Encajes y mallas, medias, camisetas y guantes, labores en género deshilado, costura blanca, llana y de adorno, confección y corte de vestidos, corsies y guantes, bordado con hilo, sedas, lana felpilla, hilado de oro y plata. Flores de papel, genero seda y briscado; lavado, planchado y desmanchado de vestidos y telas de toda clase. Limpieza de muebles, piezas de fierro, bronce, oro y plata. Papeleras, bolsones, relojeras, costureras. Confección de adorno de sombreros, teñidura de lino, seda, lana y plumas.

3º En la escuela taller no se dará instrucción de un grado determinado, sino únicamente los conocimientos elementales que sean necesarios para el ejercicio de las industrias y ocupaciones a cuya enseñanza se contrae, como sea: perfeccionamiento de escritura y lectura; nociones de gramática y lengua castellana; nociones de aritmética y sistema métrico decimal; doctrina cristiana, recitada y explicada; economía y contabilidad doméstica; nociones prácticas de geometría. Dibujo aplicado a las labores de mano.

4º La enseñanza en los ramos de la instrucción se dará solo en la mañana y la de los trabajos de 12 m a 4 p. m. pudiendo determinarse media hora al recreo y otra media a ejercicios o lecciones prácticas de urbanidad e higiene y quedando derogada la duración de tres años para el aprendizaje de dichos ramos.

5º La enseñanza de los ramos de la instrucción se dividirá en tres secciones a clases, a cuyo efecto cada ramo se dividirá también en tres partes.

6º El aprendizaje del dibujo será sólo obligatorio para las alumnas de tercera sección, sin que por esto queden excluidas las alumnas, de la demás secciones.

7º Además de estos ramos, se crearán otras nuevas a medida de las necesidades.

8º Es prohibida la admisión de alumnas para solo los ramos de instrucción.

9º La escuela estará a cargo de una Directora, una preceptora que remplazará a la primera en caso necesario, tres maestros de taller, una auxiliar, tanto para los ramos de taller cuanto para los de instrucción, una Inspectora, un tenedor de libros, que correrá a cargo de la enseñanza de la economía y contabilidad domesticas, y una portera sirviente.

La enseñanza de dibujo correrá a cargo del profesor contratado para las escuelas municipales, quien además dará los dibujos que puedan pedirle las maestras del taller.

10º Se requiere para ser directora: ser mayor de 25 años; acreditar por medio de las pruebas respectivas la aptitud para el ejercicio del cargo.

11º La directora, preceptora y auxiliar tendrán a su cargo dos ramas de trabajo cada una.

12º La Directora llevará con el concurso de la auxiliar los registros y libros del movimiento de los talleres y rendirá mensualmente la cuenta de entradas y salidas de la escuela y velará por que todas las empleadas de ésta cumplan estrictamente sus deberes .

Finalmente, el reglamento constó de 32 artículos en ellos se especificaron las obligaciones de las preceptoras, de la directora y preceptoras contratadas del extranjero idóneo, de las alumnas de la escuela del taller, entre otras.

Con la reglamentación se pretendió dar una especial administración de la escuela taller de mujeres en vista que desde su fundación mostró debilidad. Pues dieron importancia a la instrucción elemental, comprendida en tres grados y enseñanza secundaria en los talleres .

Para 1890, la reglamentación organizada por la Junta General fue aprobada por la gestión del Alcalde José Moscoso Melgar.

El taller de mujeres “De la Inmaculada Concepción”, consintió matriculas desde el 23 de enero 1894 de los cursos taller, como para la instrucción primaria y media, en los locales espaciosos, con las comodidades necesarias desarrollaron el dibujo, francés, música tanto teoría y práctica, flores artificiales y frutas de cera. Admitieron alumnas internas, medias internas y externas.

La Escuela de Artes y Oficios confiada a los padres salesianos desde diciembre 1896, quedó bajo la Regencia del Presbítero Señor Remigio Zeballos. La escuela salesiana es un centro que el pueblo arequipeño necesitó, por los buenos resultados en la formación de niños y jóvenes, necesarios en la sociedad con hábitos de respeto al código divino , y alejar de la corrupción a 200 niños inscritos en esta escuela, en las especialidades de herrería, mecánica, carpintería, sastrería y zapatería comprendidos en el Curso Profesional o Escuela de Artes y Oficios.

Los cursos primario elemental comprendió tres grados de instrucción primaria. El curso técnico comercial, con clases especiales de contabilidad, idiomas para aquellos que quieren clases especiales de contabilidad o una carrera comercial. Y el Instituto de Agricultura, tiene como objeto formar buenos agricultores y agentes aptos a dirigir teórica y prácticamente una hacienda rural . El mencionado Instituto fue fundado en el Local del Colegio Salesiano, bajo los auspicios de la Honorable Junta Departamental, tiene por objetivo proveer a la formación de buenos agricultores y agentes profesionalmente las haciendas agrícolas .

El progreso notable para 1898 del Colegio de los Padres Salesianos, llegaron a registrar en sus matrículas más de mil niños, que recibieron sólidos conocimientos no sólo en las artes y las ciencias sino especialmente en los ramos de la industria y la agricultura. Por ello, la Junta Departamental de la Ciudad del Misti, celebró un contrato con los padres para el establecimiento de una escuela de Agricultura, con el establecimiento de becas para interesados de las provincias del departamento. Los requisitos de becas quedaron establecidos en los siguientes términos:

1º Para que un joven sea admitido como alumnos en el Instituto Agrícola, como internos o externo, acreditó certificación de fe cristiana, o partida de bautizo. No tener menos de 11 años, ni pasa de 14, gozar de sana constitución física y no adolecer de enfermedades contagiosas. Tener en Arequipa padres o apoderados. Sostener un examen de admisión que lo declare idóneo para este curso.

2º El examen del curso preparatorio tuvo prueba escrita de dicta, un problema de aritmética sobre enteros, quebrados y decimales y prueba oral de lectura, análisis gramatical y aritmética práctica.

3º Para la admisión directa al curso de Agricultura, rindieron examen en todas las materias de instrucción primaria, según el programa oficial.

4º Someterse a las restricciones del reglamento del internado del Instituto .

Con la preparación académica necesaria los jóvenes fueron construyendo un espacio académico – práctico, que luego de ejercer ciudadanía cumplieron roles diversos tanto el aparato productivo privado, como estatal.

BIBLIOGRAFÍA

Basadre, Jorge. Historia de la República. Editorial Universitaria, Lima 1983.

Benavente Veliz, Cesar. Historia y Vida Cotidiana de Chiguata, Arequipa 2000.

Calero Castilla, Mavilo. Historia de la Educación Peruana. Editorial San Marcos 1999.

Caravedo, Baltasar. Economía Producción y Trabajo; En: Historia del Perú. T.X. Editorial Mejía Baca, Lima 1981.

Espinosa Soriano Waldemar. La Sociedad Andina Colonial; En: Historia del Perú. T. IV, Editorial Mejía Baca, Lima 1981.

Galdo Gutiérrez, Virgilio. Historia de la Educación en el Perú; En: Historia del Perú, T.X; Editorial Mejía Baca, Lima 1981.

González Carré y Galdo Gutiérrez. Historia de la Educación Peruana; En: Historia del Perú. T X. Editorial Juan Mejía Baca, 1981.

Guerra, Margarita. Historia General del Perú: La República, T. VII Editorial Brasa, Lima 1994

Málaga Medina, Alejandro y otros. Historia General de Arequipa, Fundación Bustamante de la Fuente, Arequipa 1990.

Villegas Romero, Arturo. Un Decenio de la Historia de Arequipa. 1830 — 1840, Edición Fundación Gloria, Arequipa 1985.

Únanue, Hipólito. Guía Eclesiástica y Militar del Virreinato del Perú para los años 1793 y 1794

Zamácola y Jáuregui, Domingo. Apuntes para la Historia de Arequipa. Primer Festival del Libro Arequipeño, Arequipa 1958.

Archivos:

AMA Archivo Municipal de Arequipa

ARAR Archivo Regional de Arequipa.

AMA: LAC Nro. 25. Libro de Acuerdos del Cabildo 1787.

AMA LAC Nro. 25. Libro de Acuerdos del Cabido 1783.

AMA LAC Nro. 26 Libro de Acuerdos del Cabildo 1804 – 1812.

AMA. 17 enero 1824 hojas sueltas.

ARAR Libro de Actas Nro. 26. 1804 – 1812.

ARAR. Caja Real: Libro Mayor 1824.

Periódicos

El Diario. Arequipa 24 febrero 1891.

El Deber. Arequipa 1875 – 1900

La Bolsa. Arequipa 1865 – 1900

La Revista del Sur, Arequipa 1886- 1890

El Republicano, Arequipa 1848 - 1880

El Arrieraje y el Comercio de Arequipa

Santos Cesario Benavente Veliz

SERIE: Historia Menuda



Resumen

El transporte hasta el siglo XIX representa la fuerza de los hombres y de los animales destinados a la carga, desde pertrechos, productos de cosecha hasta mercancía destinadas para al intercambio o comercio. El vinculo de transición se da el proceso de cambio de transporte vehicular, primero con los tranvías y trenes luego con el parque automotor.

Palabras claves: arrieraje, comercio, circuitos comerciales y movimiento comercial

Introducción

El presente trabajo intenta contribuir en la sistematización de la historia rural arequipeña, a fin de construir una teoría histórica de las comunicaciones y medios de transporte utilizados por los hombre de esta parte del Perú que dará como resultado una investigación que la denominamos “Del Arrierismo al Transporte Motorizado – Pesado”

El arrieraje en Arequipa fue una actividad importante en la dinámica económica, en el transporte y comunicación, sobre todo para la distribución de la producción en relación a la satisfacción de necesidades los hombres agrícolas o comerciales e industriales.

En tanto el transporte fue controlado por los arrieros, individuos de preparación y equipo, no fueron artesanos “comunes y corrientes y desde luego no eran sedentarios. Debido a que la arriería requería una inversión de miles de pesos en mulas y negros, sólo unos cuantos podían tener recuas propias. La mayoría trabajaron con un salario anual de 300 a 400 pesos y eran empleados de grandes mercaderes y encomenderos, que eran los principales dueños”

En cada poblado, pago o caserío no faltaron, las recuas de mulas y caballos para el tráfico comercial con los valles de la costa y región interandina de Tarapacá, Arica, Tacna, Moquegua, Arequipa, Puno, Cuzco y Potosí, es decir fue un medio integrados de los espacios locales y regionales unidos en circuitos comerciales, en tal actividad, la acción de negros, mestizos, blancos, negros, indios, mulatos.

En resumen el arrieraje cumplió un rol trascendental en la organización sobre todo mercantil, el mismo que fortalece a la comercialización regional; nos atrevemos a decir, que el arrieraje está en función directa a las mercancía comercializables y a los costos en la expansión de la economía regional “propició el desarrollo de prósperas ciudades, donde residían los mineros, terratenientes, comerciante y artesanos, quienes generaban a su vez una demanda regular, tanto de los productos nacionales como importados” .

Los propietarios no siempre fueron trajinantes, sino encomenderos, españoles o criollos; con ello podemos definirlo como el personaje encargado de arrear animales, personaje que hace viajes de un lugar a otro con recuas, algunos veces de mulas, de burros o también de llamas; estos se pueden confundir con los troperos, que son personajes encargados de comprar en los diferentes lugares y alturas animales. En espacios rurales les denomina troperos aquellos que transporte productos en circuitos cortos de las chacras a los domicilios y almacenes, depósitos o granero, es decir, el propietario, hacendado, productor contrataría a las personas que tienen un número pequeño de burros o mulas.

Los troperos fueron confundidos con los conductores de recuas de llamas, pero estos hacían el transporte distante y de liviano peso. En cambio, los anteriores se agruparon varios dueños con sus recuas o animales cargaron hasta 8 arrobas, de productos industriales y agrícolas.

Entonces las recuas podías ser de mulas, burros, llamas. Estos animales se hallaban generalmente en los valles de abundante forraje, y eran de gran demanda para el transporte, así Tacna “contando con las posibilidades de un valle fértil, se convirtió en sede de un importante gremio de arrieros de muchas consideración, en sus alrededores se podían ver pastando hasta 5,000 mulas”

Una vez construidas las carreteras medio de circulación de vehículos motorizados, fueron considerados en prioridad por las políticas de estado, en tanto las ordenanzas de destruir los caminos de herradura bien conservados, después de la construcción de carreteras por años quedaron abandonadas, los cambios fueron lentos en sus patrones culturales, fueron cambiando los animales de carga por los vehículos de transporte.

El arrierismo de Arequipa del siglo XVIII

Para Arequipa se pueden distinguir en los propietarios de recuas dos tipos:

Los que tuvieron más de una recua, generalmente encomendaros y propietarios de extensiones de tierras, de comercio que está vinculado a las aristocracias ocales y regionales. Y el otro que la conformaron algunos mestizos e indígenas tuvieron acémilas para transportar los productos de siembra o cosecha, insumos y abonos para las parcelas. Para el transporte de la leña y carbón emplearon de 1 a 4 animales de carga, es decir de acuerdo a sus posibilidades. Dentro de ellos aquellos que tuvieron a cargo pearas de llamas, en las parte altas de Arequipa.

Sin embargo, los espacios agrarios de cría de los animales para tal actividad de transporte fueron Characato, Socabaya, Huasacache, Chiguata, Yarabamba, Acequia Alta, entre otras de los valles aledaños. La utilidad del arrieraje lo resaltamos con: el transporte del sillar para la construcción y refacción de la Iglesia la hicieron a lomo de bestia desde las canteras subvencionadas por los españoles e indígenas, sin embargo los indígenas la inician y terminan. En el caso del terremoto de 1784 que destruyó totalmente el “Santuario de Characato, donde la torre, bautisterio y media naranja se vinieron al suelo, como también la casa hospedería que allí había fabricada” .

La importancia del arrieraje en la economía de esta región tiene una relación directamente proporcional a la magnitud de los intercambios mercantiles existentes, lógicamente esta a su vez con el grado de división social de trabajo la misma actividad de arriero demandó especialización para la construcción de los aparejos, riendas, colocación de herrajes a las bestias de la recua y caballos; en la satisfacción de algunas demandas, estuvieron relacionados con los talabarteros, herreros, comerciantes y ganaderos incluyendo otros oficios.

Para finales del siglo XVIII el arrieraje en Arequipa se hizo actividad de una población mayoritaria, que ningún pueblo agrícola dejó, la autoridad colonial reglamentó su organización en el Gremio de Arrieros. Nombró Juez de Arrieros encargado de solucionar problemas ocasionados entre arrieros y usuarios, quedaron nombrados a fines del siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX:

Manuel Talavera para Arequipa; Calistro Carvallo para Siguas; Julian Esquibel para Quilca; finalmente en el periodo de guerra a Juan Bautista Manrique, juez de arrieros para la Segunda división del Ejército; a Don José Rendón del Ejército del Alto Perú .

La acción inmediata de los jueces nombrados, para la solución de conflictos entre los arrieros les dio la opción de medias algunas veces y otras de sentencias, es decir, podemos decir el numerario creció, considerablemente como para que actúen jueces en tres y más lugares de Arequipa. Así doña Agustina Linares, vecina de Arequipa, arriera, acusó ante la autoridad a Lorenzo Torres del vecindario por intento de homicidio a su hijo ya que “salió al campo armado con su familia y allí perpetuó con él los mayores excesos de agresividad. (...) el pueblo alborotado ocurrió a traer confesor para que siquiera lo absolviera por estar ya como muerto. La sentencia por tal abuso fue el pago de una vaca y mula, gastos de curaciones y trabajo de 45 días” . Lorenzo Torres propietario o conductor de tierras en Coantaca cerca al “ojo del Milagro”, sólo por haberse entrado a su chacra una vaca y una mula, le dio una paliza y dejó mal herido al arriero Ángelo Linares.

De varios testamentos de arrieros, presentamos el siguiente apreciación: el de Petronila Valdivia vecina de Characato viuda de Isidro García arriero con el tuvieron 6 hijos de los que murieron 4 a tierna edad a efecto de las epidemias de escarlata y fiebre amarilla, declaró ser propietaria de 40 burros con sus costales (enseres de carga o caronas también denominados aparejos), 2 mulas de silla, 30 burros con sus enseres de carga a cargo de su hijo Juan García, además de 10 burros en pelo .

Doña Petronila heredó 80 burros los que conformaron dos recuas de 40 burros cada una con sus respectivas mulas de silla para el capataz de los arrieros.

Ante el Juez José Narciso de Rivera recurrió doña María Pinto esposa de Vicente de Talavera contra don Gregorio Talavera ambos arrieros, por maltratos e injurias, en la comparecencia Gregorio Talavera dijo ser sobrino de Manuel Talavera Alcalde de Arrieros el que lo mandé a sacar una mula de la casa de Vicente Talavera y éste le cobré 5 pesos que le debía Gregorio por enseres vendidos al fiado (paño de seda una vara, una docena de navajas), las respuestas fueron airadas de fuertes términos “viejo pícaro, ladrón, borracho, negrajo, facineroso por parte de María Pinto y le tiró una pedrada en la cabeza en cambio Gregorio mostró fuerzas de amabilidad. Ante el mencionado Juez se pidieron disculpas”.

Las últimas décadas del siglo XVIII, se nota una creciente práctica de la violencia, por conflictos internos entre las poblaciones de los diferentes estratos sociales, ya sean artesanos, comerciantes, profesionales, encomenderos, etc., es que la crisis económica y política se acentuó de tal forma que la población desesperada exteriorizó las frustraciones en peleas, insultos discriminatorios, conflictos con los de su entorno, los factores que tienen mayor presencia fueron las deudas, los bienes materiales distribuidos después de la muerte del jefe de familia, los incumplimientos de los tratos y contratos, la venta y consumo de licor, entre otros.

El testamentario Capitán Silvestre Delgado y Jaraba vecino de la ciudad, contrajo matrimonio con Bernarda Bedregal, con la que tuvo 4 hijos legitimo, uno murió a tierna edad, como bienes para su primer matrimonio llevó 45 mulas aparejadas y en pelo. En segundo matrimonio con María Mercedes Vizcarra del Postigo, no tuvieron hijos, declaró por sus bienes: Tienda, la inventariaron de ella se pueden mencionar artículos variados en circulación comercial; sólo por especificar, varias varas de tul, bramante, pitilla, jaraza blanca y azul, raso liso de vahos colores, medias de colores, seda, botones, bastones, sombreros de varios tipos. Declaró ser propietario de chacras en el Valle de Vitor, 29 topos en el pago de Porongoche, 10 topos en el pago Sexsex, arrendatario de una chacra en el pago de Paucarpata, una hacienda de viña en Vitor, una casa en el Barrio Matorral, una casa de calicanto en al esquina de la Plaza Mayor, Además dejé dinero como adelanto para compra de chacras en Paucarpata, Porongoche y Characato.

Silvestre Delgado y Jaraba era arriero y su esposa comerciante de todo tipo de productos desde manufacturados e industriales ocupó las esferas sociales privilegiadas y reconocidas. El mencionado arriero en el segundo matrimonio adquirió 9 burros cargadores, 5 burras mates y 5 maltonas las criaban en la chacra de Porongoche unas y otras en las lomas a cargo de Carlos Alarcón arriero pastor. Era propietario de tres recuas de mulas:

• “Una recua a cargo del Mayordomo Arriero Mariano Velarde, compuesta de 68 mulas aparejadas de reata abajo, una mula de silla, 25 mulas de remuda, 17 de silla y 2 caballos de madrina con esquilas;

• Una recua a cargo del Mayordomo Arriero Andrés Rivera de 39 mulas aparejadas de reata abajo, 8 sillas en pelo y entre estos 2 de silla, buenas y 13 mulas en pelo y entre estas 2 de silla buenas y 13 mulas de remuda y su caballo de madrino.

• Una recua a cargo del mayordomo arriero Blas de Tapia de 40 mulas de reata abajo, 8 de silla, 12 de remuda. 11 chúcaras y 2 caballos madrinos” . En el mismo testamento precisa como sus bienes un caballo zaino aguileño que costó 190 pesos, una mula parda aguileña y otra castaña.

Las tres recuas de Silvestre sumaron 147 mulas de reata abajo, 32 mulas de remuda, 6 caballos de madrina, 19 mulas de silla y 11 chucaras, en total 309 mulas y 6 caballos. En realidad un buen capital, considerando que cada mula tuvo un costo entre 200 a 350 pesos cada una, los caballos entre 150 a 400 pesos.

Deteniéndonos en el análisis del quehacer de los arrieros, el mayordomo arriero es el directo responsable de toda la recua y están a su responsabilidad y dirección de 3 a 12 arrieros. El mayordomo vendría a ser el representante del propietario de la recua, encargado de hacer cumplir los contratos de transporte, hacer contratos, dirigir a los arrieros de la recua a su cargo, de asistir a los arrieros enfermos y si alguna de las mulas enfermaron. Era conocedor de las rutas, caminos, lugares, era herrero, veterinario conocedor dc las costumbres y dolencias de las acémilas, era un maestro en resolver inconvenientes que se les presentaron y lo que es más digno de confianza del propietario de las recuas.

Los caballos madrina eran los guías de las mulas de carga, no llevaba carga, solo los alimentos para el viaje y frazadas, lo usaron esporádicamente los arrieros agotados de cansancio o de soroche. Hubo recuas que no siempre el guía un caballo, sino una mula hembra o macho, un burro, lo acostumbraron a esa función y todas las mulas obedecieron.

Las mulas de reata abajo son las de carga, el peso oscilaba de 50 a 120 kilos de carga podía llevar una mula, en las medidas tradicionales de 6 a 12 arrobas. La cantidad de peso dependió de las distancias, del medio geográfico y de la alimentación de los animales.

Las mulas de remuda generalmente eran destinadas en el viaje para relevar a otra que por cansancio o enfermedad ya no podían continuar con el transporte, generalmente eran nueva.

Las mulas chúcaras fueron aquellas acémilas nuevas sin amansar pero que las llevaron en el viaje para que se acostumbren y conozcan las rutas, es decir no llevaban carga, ni aparejos es decir en pelo. Las mulas de silla sólo las usaron los arrieros, en ellas cabalgaron los trajinantes propietarios de las mercancías en transporte también, los arrieros conocedores de las grandes distancias de Arequipa al sur, al norte, al oeste y este del territorio sur andino.

Los propietarios de recuas siempre criaron burros y caballos de sangre para hacer el cruce y tengas crías de buena raza o de buena carga (cruce del caballo con burra salió un romo y del burro con yegua las mulas).

Entre las recuas destinaron una a tres nudas para colocarles collares y jaquimones. Los collares eran aditamentos colocados en el cuello con tres o cuatro campanas o campanillas, sonaban al son del paso de las mulas, bien adornadas, servían de señal para los mismos animales. Las recuas de burros y caballos eran para tramos cortos, comparados con el de las mulas de gran resistencia, éstos tenían menos resistencia para la carga.

Los usuarios al contratar los servicios de arrieros con sus recuas, primeramente se fijaron en las referencias de buenos valores morales, como el respeto, cumplimiento, honradez, puntualidad, y un elemento importante el importe del transporte, pues cada sector o mía tuvo un costo reglamentado por el cabildo.

Quién se encargó de hacer cumplir las ordenanzas fue el Juez de arriero y los mayordomos se crían responsables encargados de las recuas o simplemente el encomendero propietario.

En el caso presentado el arriero Silvestre Delgado de Jaraba tuvo ordenado cumplir una serie de acuerdo y contratos al parecer una persona de prestigio y prestó un buen servicio vía sus arrieros.

En el período de convulsión social y rebeldía de Tupac Amaru II el Sr. General Baltazar de Sematnat lo comisionó en esta ciudad para llevar la expedición que saliera de esta ciudad a combatir a las fuerzas revolucionarías de la provincia del Collao. Como comisionado de todos los arrieros de Arequipa tuvieron, con las mulas llevar toda la tropa con sus equipajes y víveres el importe ascendió a varios miles de pesos y la Caja Real quedó restando más de 28000 pesos a los arrieros quienes dieron sus recuas para transporte y a otros las indemnizaciones de los arrieros muertos y de las mulas no les pagaron.

En una de las cláusulas del testamento de Silvestre Delgado y Jaraba tenía dicho los arrieros, que sirvieron a la expedición se les debe la cuenta del Rey 28000 pesos y tantas, en vista de la cuenta presentada a su Majestad es de 32,811 pesos rebajando de estos 3966 pesos que importan las mulas chúcaras, dieron cuenta a Su Majestad y estoy hecho cargo de ellas, solo quedan restando a favor de los arrieros 29,835 pesos

Con la garantía del Capitán Silvestre Delgado y Jaraba era el comisionado, muchos arrieros proporcionaron sus recuas de manera voluntaria unos y otros porque la autoridad no los acuse de traidores o rebeldes, a la vez fue una de las formas de contribuir con la autoridad española de Arequipa, así de Characato, el Alcalde de españoles entregó como donación la cantidad de 110 pesos con una relación de los aportantes entre ellos figuraron los caciques Osnayo y Caya .

De los Ministerios de la Real Hacienda, de la Caja Real las cantidades que se les deben a los arrieros por fletes y fallecimientos de las mulas que dieron para la expedición que salió a la sierra fueron sustentadas en la liquidación presentada por doña María Postigo llegó a 29,835 pesos, sin embargo, en la liquidación total del periodo de guerra a favor de los arrieros llegó a 169,286 pesos. Pero el pago lo hicieron, sólo a los reclamantes por presentar recurso legal, sin embargo, entre 1780 – 1825 periodo de guerra por la Independencia, la Real Hacienda a través de los jueces de arrieros quienes se encargaron de cancelar a los de su gremio llegaron a cobrar el flete de sus acémilas 84 arrieros sólo los que hicieron el transporte del ejército de Extremadura llegado al puerto de Quilca. La cantidad de acémilas sumaron 3 206 y un monto de 57 715.6 pesos por prestar servicios para la conducción de 2 cañones a Tambo, conducción de tropas al Alto Perú a combatir las fuerzas revolucionarias de Tupac Amaru II, conducción de mulas donadas de Tacna por los caciques, por el pago de los servicies de los jueces de arrieros, conducir el Ejército de Tacna, Quilca, Arica, Potosí, Puno, conducir correos de Tacna, Tarapacá, fletes de conducción de tropas españolas del Ejército de Extremadura al Cuzco, IIo, Mollendo, Chuquibamba, Caraveli, Anca, Omate y a Quilca, entre otras actividades que de acuerdo a las necesidades de la autoridad virreinal.

El Comercio y las rutas de distribución

Las rutas para el comercio de la producción altamente variada arequipeña, quedaron comprendidas:

La primera: partió de la Pampa de Miraflores a Chiguata, siguiendo por Chucuito, pasando por la Paz, hasta llegar a Potosí y Chuquisaca en el Alto Perú.

La Segunda: salió de Yanahuara, seguía por Cayma, Cañaguas, pasando a Puno y llegando al cuzco;

La Tercera: para la región del Collesuyo, partió de la Ranchería y seguía por Characato, Pocsi, Puquina y Omate.

La cuarta ruta: partió de Antiquilla a Challapampa, Uchumayo, Vitor e Islay . En esta ruta agregamos aquella que articularon los pueblos de la región sur hasta Tarapacá y los del norte de Arequipa.

Tales rutas de comercio a lomo de bestia para el periodo republicano, con aplicación de políticas de transporte desde el estado, la construcción de carreteras después de hacer las líneas férreas, continuaron utilizándolos los caminos de herradura, hasta la dación de ordenanzas para destruir los caminos todavía bien empedrados que vincularon Arequipa con el Alto Perú, de forma que los arrieros dejaran tal oficio a fin de fomentar el transporte con vehículos de transporte de carga y pasajeros.

Las autoridades urbanas de Arequipa, con disposiciones específicas no permitieron que los arrieros utilizaran las calles de principales ni los puentes de la ciudad. Por periodo largo hasta los cincuenta aproximadamente, utilizaron las vías hasta las 8 de la mañana y durante el día estuvieron prohibidos, por ello las zonas de ingreso como la Pampa fue ampliando con campos de alojamiento.

Sin embargo, las políticas de modernidad no aumentaron de forma que el crecimiento urbano finalmente fomentará y utilizará nuevos elementos de transporte, entre ellos los tranvías y finalmente los vehículos motorizados de transporte de pasajeros y de carga. Es decir, el Arequipa fue quedando articulada con vías de acceso con sus provincias y distrito hoy llamados tradicionales. Quedando el arrieraje reducido al transporte de carga local y como una actividad en desuso. En lugares de permanencia del arrieraje, sólo para transportar insumos y producción agraria de los campos a los almacenes a aproximarlos a los centros de acopio, o de expendio y a los medios de transporte más cercano. Por ello los agricultores cuyas parcela no están vinculadas estrechamente con las vías de transporte motorizados, utilizan las bestias de carga.

Por último, los grandes caminos utilizados en Arequipa en el periodo colonial y republicado en los tiempos contemporáneas quedan en total desuso en ciertas áreas, por la influencia de culturas modernistas del transporte, sin embargo pueblos de agricultores y pastores no vinculados con carreteras hacen uso de ellos, y para mantenerlos accesibles realizan jornadas comunales.

A modo de conclusión

A las rutas comerciales se agregan aquellas articuladoras de cada uno de los poblados, dieron una dinámica comercial de costa a la sierra y ceja de selva y viceversa pero también unieron poblados de forma horizontal y transversal. Los arrieros fomentaron una cultura de acuerdo a los sectores regionales a las que llegaron, se afirman con la distribución de mercancías y productos, establecieron relaciones de acumulación e integración en el comercio y ampliaron sus propiedades tanto rurales como urbanas, ubicaron tiendas en las salidas o entradas de las ciudades, finalmente afirmaron las relaciones de poder local y regional, pero los arrieros pequeños, fueron contratados y solicitados sólo para cubrir la demanda local.

BIBLIOGRAFÍA.

Ballón Lozada, Héctor Noe. Las Ideas Sociopolíticas en Arequipa 1540 – 1900. Publiunsa, Arequipa 1987.

Benavente Veliz, Santos. Los Artesanos de Arequipa. Tesis Historia. UNSA1994.

Historia y Vida Cotidiana Chiguata. Arequipa julio 2000.

Flores Galindo, Alberto. Aristocracia y Plebe, Lima 1760 – 1830. Lima, Ed. Mosca Azul, Lima 1984.

Lockart, James. El Mundo hispano Peruano, 1532 – 1560. Fondo de Cultura Económica México. 1982.

Manrique, Nelson. Los Arrieros de la Sierra Central. Durante el siglo XIX; En: Allpanchis Nro. 32. Instituto Pastoral Andina, Cuzco 1982.

Zamácola y Jáuregui, Domingo. Apuntes para la Historia de Arequipa. Publi Libro 1954

ARCHIVO REGIONAL DE AREQUIPA (ARAR)

ARCHIVO MUNICIPAL DE AREQUIPA (AMA)

ARAR. Sección Intendencia: Causas Criminales 1810 – 1815. Exp. 28 – 5 – 1809.

ARAR. Prot. 315. Pedro Figueroa, Fs. 331 v. 17 marzo 1786

ARAR. Prot. 313. Pedro Figueroa. F. 1020 – 1025 v.

ARAR. Protocolo Nro. 313. fs. 1029 v. 15 – 11- 1784

AMA. LAC Nro. 26: 1804 – 1812. fs. 149 v. 14 enero 1809.

Seguidores