miércoles, 24 de febrero de 2010

Arequipa: Las escuelas productivas

Santos Cesario Benavente Veliz

SERIE: Historia Menuda



Resumen

En el marco de la micro historia cultural, una de las representaciones orientadas a la historia institucional, está la visión de la escuela en el proceso de formación de los imaginarios sociales productivos, quedan manifestados los criterios de cambio y modernidad desde la implementación de espacios de instrucción, enseñanza y aprendizaje diferenciados por especialidades ocupacionales que darán una mirada de amplitud y mejoramiento de las condiciones de vida de la población en edad productiva, además de ofrecer una mano de obra tecnificada y calificada al inicio del desarrollo industrial regional y nacional.

Palabras clave: escuela taller, salesianos, modelos de instrucción, módulos productivos

Introducción

La educación peruana de finales del siglo XIX, pasa por una etapa de crisis y cambios cualitativo, de la tendencia escolástica y lancasteriana, de sectores sociales divididos por las prácticas religiosas, fueron de evidencia social, los padres salesianos al paso por Arequipa a otras ciudades del sur del país (Puno y Bolivia), dieron la opción de establecer una escuela productiva, con la finalidad de formar generaciones que se involucren inmediatamente al aparato productivos regional en campos diferentes.

Es decir, con ello fomentó la formación de individuos con habilidades manuales que la insipiente industria necesitó para mejorar las condiciones de bienestar de vida en el país.

Las diversas propuestas y proyectos de la educación pública del siglo XIX (arequipeña) con fuerte influencia ideológica y política en los planes y programas educativos de las escuelas públicas y privadas, se acentuaron con la reorganización después de 1845 de los colegios secundarios nacionales dio viraje en la educación del país, afectada por las guerras civiles internas.

En tanto Arequipa asumió un rol protagónico en la política nacional, entre hombres y mujeres de escuelas y colegios públicos y privados rurales y urbanas, dirigidos y controlados por los síndicos del ramo de la educación identificaron su funcionalidad en locales alquilados en su mayoría.

Con cambios de estrategias políticas se masificó la educación en las zonas urbanas y rurales, establecieron cátedras de economía política, derecho, gramática, otros de análisis económico y política nacional. Con reglamento de instrucción dado en 1884 para todos los niveles de enseñanza y administración educacional, por primera vez el ejecutivo dio facultades a la Asamblea Constituyente, dicta reformas para el sistema educativo nacional del siglo XIX.

La enseñanza e instrucción en las escuelas se expandió no sólo en las zonas urbanas de los departamentos principales, sino a las zonas rurales, se crearon escuelas en Moquegua, Caravelí, Camaná, entre otras provincias. La normatividad estableció alternativos para disminuir la problemática educacional, dispusieron tener las estadísticas sobre las escuelas existentes incluyendo datos sobre la población estudiantil; dar carácter continuo y periódico a las informaciones; establecer escuelas normales en provincias a cargo del Consejo de Instrucción; conceder injerencia a los preceptores en la programación de las escuelas; prescindir de extranjeros en la enseñanza elemental “para evitar la desnacionalización de la juventud” evitar la congestión administrativa, entre otras, incluyendo el sostenimiento de las escuelas con un fondo bajo el nombre de “fondo especial de escuelas” recaudado en cada distrito, de una manera proporcional y equitativa y sólo en la cantidad suficiente para llenar las obligaciones municipales respecto a la instrucción primaria de los pueblos.

Se creó la escuela normal de varones, funcionó con la concepción progresista “educar no es rezar ni enseñar, es predicar” y no se podía subordinar lo científico ni a los dogmas, ni al estado, ni a la iglesia.

Mientras, fueron tomando decisiones políticas en los gobiernos desde Lima en Arequipa, la educación tuvo sus particularidades, sustentada por conservadores y liberales preocupados por la educación arequipeña desde el inicio de la república, con las revoluciones de 1834 afectaron al dictado de las cátedras de filosofía, matemáticas, lenguas, geografía y humanidades, con mineralogía junto a otras ciencias y artes, formando así generaciones óptimas para cubrir la demanda de profesionales en el ámbito productivo y comercial del sur del país.

Los cambios de concepciones en la educación como consecuencia de las políticas económicas, primero por el dominio francés y luego ingleses, la escolástica junto a las tendencias lancasterianas y productivas; dieron las bases para la formación en las escuelas de las poblaciones juveniles del Perú, las mismas que cumplieron roles diversos en las distribución de la riqueza y control del poder en la gobernabilidad local y regional.

Escuela Salesiana, Escuelas taller de Hombres y Mujeres

La Comisión de Instrucción del honorable Concejo de Arequipa puso en conocimiento público la apertura y funcionamiento de la Escuela Taller de Varones desde el 24 de abril de 1881 para la inscripción de jóvenes.

Dada la Resolución del 19 de marzo de 1885 se estableció una Escuela Taller para que funcione en la Calle Ejercicios y le asignaron para su establecimiento S/. 6,400 anuales de la renta del cupo de molinos.

Por otro lado, con el actuar de la Prefectura entregó al honorable concejo Provincial la casa comprada de la familia Masías, situada en la esquina de San Juan de Dios, inmediata a la puerta del hospital, por orden del Gobierno Central para que sea ocupada por la Escuela Taller de Varones . Mientras la Inspección de Instrucción nombró como profesor de Doctrina Cristiana de la Escuela Taller de Varones al Capellán de la Cárcel Sr. D. Juan Rivero, que actuó junto los 43 nuevos matriculados para 1891.

En la Municipalidad Provincial autorizaron a Juan López de Romaña para formular el presupuesto de todos los útiles y herramientas necesaria para ser encargadas a Europa con un presupuesto hasta los 5000 soles. Así mismo, acordaron dar como nombre a la Escuela Taller de Varones, lleve el título de “Colegio Bolognosi” en mérito al héroe de Arica . La instalación oficial quedó presidida por el Prefecto D. Caravedo, el Inspector de Instrucción Dr. Bedoya con la denominación del taller como “El Colegio Bolognesi de Artes y Oficios” y nombrado interinamente al Ing. Agustín Espinosa ; mientras dure la licencia al Director Don Juan López de Romaña para viajar a Europa he hiciera las compras necesarias.

En el proceso de equipamiento de la Escuela Taller de Varones, El Maestro de Taller de Carpintería D. Santiago Mostajo, “ha obsequiado al Honorable Concejo, (...) con destino al Taller de Varones, (…) las siguientes herramientas: un nivel de metal, una regla de pulgadas, un entornillador grande, dos formones de torno, un trabador de serruchos, una sierra grande de espigar, un gramil de Jacaranda, 3 fierros dobles de cepillo, un juego de fierros, 4 brocas salomónucas, 8 brocas de dialetas, una escuadra de fierro, un hacha, una escofina, una lima, un talacho de fierro, un barreno grande, un martillo, 4 limas triangulares, (...)” , la donación hace mención a los diferentes instrumentos utilizados en el proceso productivo de la especialidad de carpintería en el taller. Con las diferentes herramientas y medios productivos los aspirantes a una especialidad productiva pasaron por especial evaluación en el manejo de instrumentos de producción, en el acabado, el uso de los recursos y materiales que demandó la carpintería. En correspondencia el Concejo acordó comprar 15 pupitres escolares al Maestro Santiago Mostajo, para los preceptores de las escuelas municipales .

Las especialidades del Taller o Colegio Bolognesi estuvieron en relación a la productividad arequipeña, es decir, los alumnos una vez de pasar por la preparatoria, se incorporaron rápidamente al aparato productivo. Las especialidades las dictaron especialistas en el ramo del dominio del maestro, incorporaron a nacionales y extranjeros para la dirección de los talleres, los italianos Luís Margora y Ángel Agostini en los de peltrería , hojalatería y cobraría. Además establecieron especialidades para el turno de noche asistieron los interesados en Teneduría de libros.

La Escuela Taller de Varones tuvo la competencia del director Sr. Juan Luis de Romaña, no pudo ser sostenido después de 1894, a pesar que se buscó el sucesor después de él, a fin de que producir resultados que la sociedad esperó en el campo laboral e industrial o artesanal.

Desde abril de 1887 la gestión de apertura de Escuela Taller para Niñas, como institución educativa, para fomentar la preparación de mujeres que brinden atención de calidad en los hogares y centros de producción, lo consideraron al proyecto como uno de los primeros a nivel nacional. Con la instalación cubrió la demanda de señoritas arequipeñas de todas las condiciones, sus directoras dieron las orientaciones administrativas a fin de hacer de la “Escuela Taller” de niñas una institución óptima que cubra las necesidades de la sociedad.

Hasta que el Honorable Concejo “concedió licencia para la apertura de la “Escuela Taller de Niñas”, bajo la dirección de las señoritas Pereira, (...) dieron avisos del local, así como aquellos que facilitaron la instalación y funcionamiento” . Para 1889 se encontró funcionando en el local conocido con el nombre de las Educandas, la escuela – Taller para niñas quedaron bajo la dirección de Srta. María Josefa Villena, con más de 30 alumnas matriculadas.

En las evaluaciones anuales de 20 alumnas obtuvieron el calificativo de sobre saliente y aprobadas por unanimidad, generalmente después de 1890 que regentara la Escuela la preceptora Amelia Lazo, ante la comisión calificadora del H. Concejo, quedando así establecido que la buena preparación en las especialidades de costura, bordados en diferentes estilos y tipos, apreciados por la comunidad en la exposición, la misma que generó grandes beneficios a las participantes, sobre todo al prestigio de la “Escuela Taller de Niñas”.

Para 1890, la reglamentación organizada por la Junta General fue aprobada por la gestión del Alcalde José Moscoso Melgar, para la escuela Taller de Mujeres, cuyo texto quedó establecido en los siguientes términos:

1º La escuela taller de mujeres tiene por objetivo preparar a estas, mediante la enseñanza correspondiente, para las industrias y ocupaciones propias de su sexo.

2º La enseñanza de los talleres comprenderá inicialmente: tejidos acrochet, frivolete, filé, badanas, flecos, cordones. Encajes y mallas, medias, camisetas y guantes, labores en género deshilado, costura blanca, llana y de adorno, confección y corte de vestidos, corsies y guantes, bordado con hilo, sedas, lana felpilla, hilado de oro y plata. Flores de papel, genero seda y briscado; lavado, planchado y desmanchado de vestidos y telas de toda clase. Limpieza de muebles, piezas de fierro, bronce, oro y plata. Papeleras, bolsones, relojeras, costureras. Confección de adorno de sombreros, teñidura de lino, seda, lana y plumas.

3º En la escuela taller no se dará instrucción de un grado determinado, sino únicamente los conocimientos elementales que sean necesarios para el ejercicio de las industrias y ocupaciones a cuya enseñanza se contrae, como sea: perfeccionamiento de escritura y lectura; nociones de gramática y lengua castellana; nociones de aritmética y sistema métrico decimal; doctrina cristiana, recitada y explicada; economía y contabilidad doméstica; nociones prácticas de geometría. Dibujo aplicado a las labores de mano.

4º La enseñanza en los ramos de la instrucción se dará solo en la mañana y la de los trabajos de 12 m a 4 p. m. pudiendo determinarse media hora al recreo y otra media a ejercicios o lecciones prácticas de urbanidad e higiene y quedando derogada la duración de tres años para el aprendizaje de dichos ramos.

5º La enseñanza de los ramos de la instrucción se dividirá en tres secciones a clases, a cuyo efecto cada ramo se dividirá también en tres partes.

6º El aprendizaje del dibujo será sólo obligatorio para las alumnas de tercera sección, sin que por esto queden excluidas las alumnas, de la demás secciones.

7º Además de estos ramos, se crearán otras nuevas a medida de las necesidades.

8º Es prohibida la admisión de alumnas para solo los ramos de instrucción.

9º La escuela estará a cargo de una Directora, una preceptora que remplazará a la primera en caso necesario, tres maestros de taller, una auxiliar, tanto para los ramos de taller cuanto para los de instrucción, una Inspectora, un tenedor de libros, que correrá a cargo de la enseñanza de la economía y contabilidad domesticas, y una portera sirviente.

La enseñanza de dibujo correrá a cargo del profesor contratado para las escuelas municipales, quien además dará los dibujos que puedan pedirle las maestras del taller.

10º Se requiere para ser directora: ser mayor de 25 años; acreditar por medio de las pruebas respectivas la aptitud para el ejercicio del cargo.

11º La directora, preceptora y auxiliar tendrán a su cargo dos ramas de trabajo cada una.

12º La Directora llevará con el concurso de la auxiliar los registros y libros del movimiento de los talleres y rendirá mensualmente la cuenta de entradas y salidas de la escuela y velará por que todas las empleadas de ésta cumplan estrictamente sus deberes .

Finalmente, el reglamento constó de 32 artículos en ellos se especificaron las obligaciones de las preceptoras, de la directora y preceptoras contratadas del extranjero idóneo, de las alumnas de la escuela del taller, entre otras.

Con la reglamentación se pretendió dar una especial administración de la escuela taller de mujeres en vista que desde su fundación mostró debilidad. Pues dieron importancia a la instrucción elemental, comprendida en tres grados y enseñanza secundaria en los talleres .

Para 1890, la reglamentación organizada por la Junta General fue aprobada por la gestión del Alcalde José Moscoso Melgar.

El taller de mujeres “De la Inmaculada Concepción”, consintió matriculas desde el 23 de enero 1894 de los cursos taller, como para la instrucción primaria y media, en los locales espaciosos, con las comodidades necesarias desarrollaron el dibujo, francés, música tanto teoría y práctica, flores artificiales y frutas de cera. Admitieron alumnas internas, medias internas y externas.

La Escuela de Artes y Oficios confiada a los padres salesianos desde diciembre 1896, quedó bajo la Regencia del Presbítero Señor Remigio Zeballos. La escuela salesiana es un centro que el pueblo arequipeño necesitó, por los buenos resultados en la formación de niños y jóvenes, necesarios en la sociedad con hábitos de respeto al código divino , y alejar de la corrupción a 200 niños inscritos en esta escuela, en las especialidades de herrería, mecánica, carpintería, sastrería y zapatería comprendidos en el Curso Profesional o Escuela de Artes y Oficios.

Los cursos primario elemental comprendió tres grados de instrucción primaria. El curso técnico comercial, con clases especiales de contabilidad, idiomas para aquellos que quieren clases especiales de contabilidad o una carrera comercial. Y el Instituto de Agricultura, tiene como objeto formar buenos agricultores y agentes aptos a dirigir teórica y prácticamente una hacienda rural . El mencionado Instituto fue fundado en el Local del Colegio Salesiano, bajo los auspicios de la Honorable Junta Departamental, tiene por objetivo proveer a la formación de buenos agricultores y agentes profesionalmente las haciendas agrícolas .

El progreso notable para 1898 del Colegio de los Padres Salesianos, llegaron a registrar en sus matrículas más de mil niños, que recibieron sólidos conocimientos no sólo en las artes y las ciencias sino especialmente en los ramos de la industria y la agricultura. Por ello, la Junta Departamental de la Ciudad del Misti, celebró un contrato con los padres para el establecimiento de una escuela de Agricultura, con el establecimiento de becas para interesados de las provincias del departamento. Los requisitos de becas quedaron establecidos en los siguientes términos:

1º Para que un joven sea admitido como alumnos en el Instituto Agrícola, como internos o externo, acreditó certificación de fe cristiana, o partida de bautizo. No tener menos de 11 años, ni pasa de 14, gozar de sana constitución física y no adolecer de enfermedades contagiosas. Tener en Arequipa padres o apoderados. Sostener un examen de admisión que lo declare idóneo para este curso.

2º El examen del curso preparatorio tuvo prueba escrita de dicta, un problema de aritmética sobre enteros, quebrados y decimales y prueba oral de lectura, análisis gramatical y aritmética práctica.

3º Para la admisión directa al curso de Agricultura, rindieron examen en todas las materias de instrucción primaria, según el programa oficial.

4º Someterse a las restricciones del reglamento del internado del Instituto .

Con la preparación académica necesaria los jóvenes fueron construyendo un espacio académico – práctico, que luego de ejercer ciudadanía cumplieron roles diversos tanto el aparato productivo privado, como estatal.

BIBLIOGRAFÍA

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Zamácola y Jáuregui, Domingo. Apuntes para la Historia de Arequipa. Primer Festival del Libro Arequipeño, Arequipa 1958.

Archivos:

AMA Archivo Municipal de Arequipa

ARAR Archivo Regional de Arequipa.

AMA: LAC Nro. 25. Libro de Acuerdos del Cabildo 1787.

AMA LAC Nro. 25. Libro de Acuerdos del Cabido 1783.

AMA LAC Nro. 26 Libro de Acuerdos del Cabildo 1804 – 1812.

AMA. 17 enero 1824 hojas sueltas.

ARAR Libro de Actas Nro. 26. 1804 – 1812.

ARAR. Caja Real: Libro Mayor 1824.

Periódicos

El Diario. Arequipa 24 febrero 1891.

El Deber. Arequipa 1875 – 1900

La Bolsa. Arequipa 1865 – 1900

La Revista del Sur, Arequipa 1886- 1890

El Republicano, Arequipa 1848 - 1880

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