lunes, 22 de febrero de 2010

AREQUIPA: Representaciones y construcciones comerciales de la música salsa

Resumen
Entre la música popular arequipeña, de los últimos 40 años del siglo XX aproximadamente, se complementan en la cultura del sonido, con géneros musicales al gusto de la población juvenil y adulta, el son y la salsa, tuvieron apegos sociales en el baile y sonido rítmico – melódico, hasta la conformación en un escenario social de especial atracción. Las reflexiones siguientes, son el resultado de la sistematización de la información cotidiana, grabada en discos y cintas magnetofónicas del periodo de estudio, la etnometodología del comportamiento juvenil y la etnografía de la cotidianidad frente al consumo de la música, son las estrategias metodológicas básicas del proceso de construcción de la historia cultural arequipeña. resumir los proceso colectivos no es posible pasar por alto la contribución de músicos como Rubén Ayamani, Mitsú Covinos, Fernando Apaza, Elías Chávez, Cesar Sánchez, entre otros al facilitar la información que se presenta en los resultados detallados a continuación.

LA REPRESENTACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE LA SALSA

La comercialización de la salsa como género musical en Arequipa, representa uno de los elementos musicales difundidos a través de la radio primero y luego con la venta de discos lps y 45 rpm. La venta de discos se ubicó en las Galerías Gameza, San Francisco, Santo Domingo y Mercaderes. La transmisión radial entre los 60 a los 80 del siglo XX, se convierte en factor de socialización de la música generacional. El contexto arequipeño es el mediador de la difusión y organizador de conciertos en instituciones públicas o privadas, cuyas obligaciones económicas con los artistas, locutores, intérpretes y vocalistas lograron consistencia, confianza y seriedad. Mientras tanto La Radio (radiodifusión) asume el rol de organizador de conciertos públicos con los instrumentistas,  promotores y directores de orquestas, bandas y conjuntos musicales que dieron inicio a una nueva etapa musical que involucró a jóvenes y adultos, pues  de aceptación es el resultado del buen sonido de los instrumentos producto de la orquestación y ensamble musical de acuerdo a los modelos salseros caribeños comercializados en el medio, la estabilidad es el reflejo del manejo de los instrumentos musicales, de la dedicación en la práctica, junto al cumplimiento de los contratos se relacionaron con las condiciones financieras favorables, al contar con auspiciadores de los programas radiales salseros hasta televisivos.

Entonces, la radiodifusión es el medio de construcción del mercado musical para la salsa en Arequipa, la consistencia por la constancia difusiva y selección de las canciones al gusto y pedido del público, no sólo bastó la solicitud de la canción de preferencia por teléfono, sino que los promotores y directores de programas de radio que difundieron la salsa, se adelantaron l gusto de los radio oyentes con la selección de temas específicos que entraron en el mercado.

Otro de los factores de interrelación y construcción del mercado musical de la salsa son los concursos de baile, donde los equipos de sonidos sofisticados asociados a las luces de colores, destelladores electrónicos de luces direccionales y discjockey proporcionaron ambientes escénicos para la presentación de los grupos, bandas y orquestas salseras o simplemente ambientaron el medio para la presencia de hombres y mujeres de diferentes edades que llegaron al lugar, la realización de los concursos del baile salsero son los pioneros en la utilización de los juegos de luces en las pistas de baile. Uno de los escenarios para el concurso de salsa es el antiguo patio del local del Colegio Independencia, al no tener consistencia el escenario, los actos pasaron a los claustros del Centro Comercial La Salle a finales de los ochenta, el concurso contempló grupos etarios de 14 a 30 años, la concurrencia si bien no alcanzó la masificación esperada por los promotores, se fue consolidando los imaginarios salseros entre las generaciones de hombres y mujeres. Las parejas pasaron etapas de eliminación, los juicios de valor se realizaron en función del estilo, coreografía, disposición y gusto por el baile. Los ganadores fueron premiados con horas de festejo con los grupos salseros arequipeños, y convocados a la final de ganadores.

Los salsódromos (de mayor concurrencia) ubicados en la calle Santa Catalina y Mariano Melgar (entre la calle Lima y Bolivar), utilizaron la buena música salsa de Oscar D´León y la Dimensión Latina, las canciones taboga, parampampan, lloraras, mi negra está cansa, mata siguaraya, el cachumbambe; de The Fania All.star: mi debilidad, meneame la cuna, Catalina la O, quitate tu; de Wily Colón: Asia, el gran varón, talento de tv; de Latín Brothers: sobre las olas, sucesos; Rubén Blades: Pedro Navaja, con tal deleite llegaron a los oídos de los consumidores con baile y bebida. La variedad de composiciones salseras de un sin número de cultores e intérpretes fueron constituyendo la cultura de la salsa y la cumbia con instrumentos de viento (trompetas, trombones) y timbales.

Los concursos de orquestas en los escenarios de Cerro Juli o entre los claustros del teatro Municipal, Ateneo o simplemente en un campo deportivo, dio motivo a que los ganadores graven temas inéditos y originales. Es decir, los participantes en los concursos afinaron extremadamente la tecnología instrumental para hacer de la salsa un género musical para todas las edades. Al ser difundidas las canciones e interpretaciones no diferenciaron edades entre los consumidores más bien priorizaron emotividades y excelencia en la coreografía al momento de bailar la salsa.

Los temas ganadores fueron gravados en los estudios de La Radio (Nevada, San Martín o Melodía), las disqueras limeñas como que no prestó atención ala producción musical local, la competencia la identificaron en Arequipa en la radiodifusión al constituirse en un grupo promotor cuya prioridad era hacer popular las canciones ganadoras, se difundieron en todas las emisoras de Arequipa o  los organizadores buscaron otros medios de difusión. Cuando la orquesta se presentó en otros escenarios fueron acompañados por los locutores de radio que formaron parte de los concursos, con mucha fuerza interpretaron los temas ganadores para el público como identidad musical, la música salsa de Arequipa no alcanzó la difusión nacional que los organizadores de los concursos e interpretes esperaron, pues, la difusión local involucró los distritos tradicionales y escenarios de la costa oeste y norte de Arequipa

Resaltar,  que los temas ganadores no tuvieron publicidad y difusión  porque los espacio de grabación tuvieron costos elevados para los directores de orquestas y bandas. Viajaron a Lima por iniciativa propia, a pesar de la buena tecnología en la instrumentación para la interpretación de la salsa, no les dieron cobertura a los grupos de Arequipa, Bib Boys, Somos Molledo, Nevada Fresca, Los Linares, Latin Sugar, entre otros interesado en gravar sus temas salseros.

En las fiestas patronales, de cumpleaños y otras entre los años setenta y ochenta no faltaron los conjuntos y orquestas musicales, se convirtieron en una necesidad local y regional la presencia de las  las orquestas, los costos por hora oscilaron entre 80 a 300 soles la hora, en la actualidad bordea los 600 nuevos soles l ahora. Claro está que la tecnología musical de los instrumentos que utilizan en la interpretación de la salsa, los elementos como las partituras, claves, instrumentos de viento, cuerda, percusión y los equipos de sonido producen especial condición sonora, armónica y melódica aceptable en el público.

Otro de los factores que influyen en la organización de las orquestas es el número de instrumentista, entre los años 60 a los 80 contaron con más de seis especialista en vientos (trombonistas y tropetistas), en los últimos años sólo integran la orquesta o banda dos a tres instrumentista de viento, por tanto, la armonía varía totalmente en relación a los que se escuchan en los audios de comunicación y se relaciona de acuerdo al establecimiento o lugar de presentación.

La presentación de las orquestas de música salsera  en Arequipa urbana y rural es significativa. Es característica la presencia de bandas y orquestas salseras en el Valle de Tambo, El Fiscal en especial, Cocachacra, La Punta y Mollendo, La Joya, Vitor, San Camilo, Santa Rita, Santa Isabel de Siguas, San Juan de Siguas, Siguas, Aplao y Corire fueron poblaciones juveniles extremadamente salseras para el periodo temporal de referencia. Por eso cualquier orquesta salsera arequipeña, tuvo aceptación y acogida entre las generaciones de hombres y mujeres de la urbanidad y ruralidad de la región. La población costeña del norte de Arequipa, llámese Camaná, Chala, Jauca, Jaquí, Cháparra, El Molino, Quicacha, Atico, Caravelí, Acarí, Lomas, (son lugares salseros por excelencia) entre otros pueblos, no escatimaron en los precios y costes para las contrataciones de las orquestas. Escogieron las mejores y de prestigio; si las orquestas salseras arequipeñas no abastecieron, las contrataciones las hicieron en Nazca, Ica o Lima después de una fuerte selección y toma de decisiones.

Una de las características de los pueblos aledaños de Arequipa en la selección y exigencia por el gusto musical salsero, queda de manifiesto al legar el grupo al lugar, después de la presentación, la totalidad de los asistentes bailaron sin cesar, pero si no fue del agrado, el rechazo fue inmediato, con silbidos, aplausos y formas violentas diversas.

En resumen, la construcción del mercado de la salsa en Arequipa, pasó por la presentación de las orquestas salseras, por la difusión de la salsa clásica, romántica y sensual por las radio difusoras Nevada, Melodía y Concordia, radios salseras que luego se articula radio Mar y Panamericana; junto a las fiestas patronales, cumpleaños, matrimonios, aniversarios de instituciones y lugares tradicionales, fiestas familiares de colegios e institutos, fiestas de promoción, entre otras.

Los medios de comunicación masiva y los programas de salsa.

Entonces, la televisión de señal abierta y cerrada, la radio, internet, se convierten en medios de difusión y continuidad de la salsa, como género musical de la población sin diferencia de estatus social. Se diferenciaron los espacios por la hora, el canal, programa y por la selección musical. Es decir, se identifican emisoras que guardaron exclusividad en la difusión de la salsa sobre todo aquellas que tienen señal en FM, Radio Stereo, Stereo Mil, Radio 33, entre otras.

Sin embargo, las emisoras como Concordia, Nevada, Continental, a pesar de la discontinuidad como institución, lograron un gama amplia de difusión de la salsa, en los ochenta se convirtieron en promotoras de los concursos de orquestas y bailes. Pero con la presencia de los géneros musicales que mezcla una serie de sonidos del rock, huaino, cumbia, salsa, promueven la difusión de los géneros musicales comerciales llámese tecnocumbia, tecnohuaino, etc. son exclusivos en los programas de televisión y radio, desplazan a la salsa de los gustos de las nuevas generaciones.

Las emisoras como Melodía, Landa, San Martín, Yaraví, Libertad, Stereo I, Radio Stereo, Panamericana, Mar, Líder, entre otros los programas difunden música variada entre ella la salsa clásica o sensual. Es decir, vuelve al escenario la salsa entre la diversidad de generaciones de población arequipeña.

Si volvemos a la tradición de las presentaciones de las orquestas salseras en las zonas rurales o de provincia, pues tales generaciones que se movilizan al espacio urbano arequipeño, llevan en sí la tradición salsera, por eso se mantiene en el mercado arequipeño. Contraponiéndose aquella población movilizada con costumbres andinas cuya música enraíza el huayno, la cumbia, diablada, saya, pamdillada, entre otras, pues, de la heterogeneidad cultural da un nuevo rostro a la música arequipeña y al gusto musical.

Por otro lado, los programas de salsa en la televisión peruana fue para promocionar las orquestas limeñas de preferencia, por tanto la influencia de las imágenes televisivas fueron constituyendo nuevos imaginarios musicales y gustos generacionales. 

La Salsa en las celebraciones festivas y rituales colectivos

Llamamos ritualidad a todo acto celebratorio con ciertos formatos rígidos y estables propios de la tradición cultural heredada, respeta la continua entre la población cultora del ritual del canto, entonación, rezo, o la celebración con serenata en los cumpleaños, aniversarios familiares e institucionales, etc. Las fiestas con la animación de la música salsa representan un tipo de vestido entre los setenta y ochenta, es decir, los pantalones y camisas de los varones fueron de bota ancha, camisa de mangas y cuello amplio. Los zapatos de taco (macarios) o de botas de caña alta de punta cuadrada o redonda. Los colores llamativos vivos y alegres como el amarillo, rosado, rojo, café, los colores oscuros no se presentaron en los escenarios. El pantalón azul jean, las zapatillas de cuero blancas, la casaca de jean o cuero, el cabello largo lacio son los símbolos representativos en las fiestas con música salsa.

Las damas de pantalón jean apretado camisa o polo holgado de acuerdo a la formalidad del vestido arequipeño, no tuvo presencia exagerada el maquillaje, los olores de perfumes exóticos, de zapatos de taco o llanos facilitó el baile con la mayor soltura en el momento. Mostraron elegancia, altura y especial comportamiento al bailar y cantar la salsa.

En la fiestas patronales, destinaron un espacio específico para la ubicación de la orquesta, si no hubo luz eléctrica se aprovisionaron de grupos electrógenos, el acompañamiento en el ritual de la misa es acorde a la tonalidad de los sacristanes o cantones de la iglesia. Una vez, concluida la misa central y procesión, la orquesta que animó las vísperas hasta horas de la mañana, continua una vez concluido el recorrido de la procesión hasta la madrugada del día siguiente. Si las fiestas patronales se organizaron con varios devotos o alferados para llevar orquestas de acuerdo al número de días de celebración, pues la competencia de varias orquestas salseras animaron las fiestas hasta el término de la celebración.

En los aniversarios de las ciudades principales o capitalinas, se presentaron las orquestas dando la impresión de orquestas móviles, para el caso del aniversario de Camaná, Molledo, Caravelí, Chala, Acarí, Arequipa, Moquegua. Las orquestas Somos Mollendo, Los Hnos. Linares, Big Boys son símbolos de interpretación, representación y celebración que cerraron la parada por aniversario de las ciudades hasta con elegantes carros alegóricos. el buen sonido e interpretación musical arrancaron aplausos de los participantes e hicieron notar el furor y alegría al arrancar aplausos con las más extremas subjetividades. La presentación voluntaria y con el criterio de difundir la música salsa y sus cualidades de interpretación mostraron la identidad salsera arequipeña.

Las fiestas patronales de la costa arequipeña como de la Virgen de la Asunta, el señor de los Desamparados, San Pedro, no faltaron las orquestas salseras. Cabe la aclaración que en la actualidad no tocan salsa de forma exclusiva, va asociada a otros géneros que a la población consumidora le agrada y varía el deleite musical.

LA SALSA: género musical de actualidad.

La salsa una vez en competencia con la tecnocumbia entre los años del noventa, deja espacio de identidad en conflicto, pues el salsero en un primer momento no acepta la tecnocumbia, la desdeña, desprestigia y la critica fuertemente. Pero al ocupar el mercado de difusión radial la tecnocumbia desplaza lentamente del mercado a la salsa.

La música politizada a través de la tecnocumbia construye nuevas identidades y distrae a las nuevas generaciones electorales, para ello los escenarios de campaña electoral se ocuparon con los grupos tecnocumbieros. En esa etapa aparecen Rossi War, Rut Carina, Ada, Agua Bella, Bella Bella, Armonía 10, Agua Marina, Internacional Pacífico, entre otras se trasladaron a todas las ciudades del país difundiendo las imágenes de la politización de la música, con el desnudo, erotismo, alcohol, instrumentos electrónicos que desplazaron a los instrumentistas salseros de las orquestas de Arequipa (vientos) y el país. Junto a los trajes apretados y diminutos de segundo uso de colorines fuerte, con dragones y sierpes de adorno; desplazaron la música formal, de etiqueta, de clase, de presencia y cultivo de valores musicales y patrones culturales ancestrales representados en la salsa.

La comercialización denominada por la guerra de las cervezas entre 1993 al 96 entre los consorcios Pilsen, Cristal (Backus) y Cervesur (Arequipeña y cuzqueña), utilizaron como estrategia entre las ventas, las carabanas formadas con los vehículos transportadores y las orquestas acompañantes. La cerveza se vendió en los mismos escenarios consumidores de más de 100 cajas con la presentación de orquestas inicialmente salseras, luego cultores de tecnocumbia y música variada, a todos los rincones del país y Arequipa, con facilidad llegaron las marcas cristal, arequipeña, aic, cuzqueña, pilsen, real entre rubias y negras. Y los grupos musicales populares fueron contratados por los consorcios comerciales de cerveza, pero sólo aquellos que pudieron resistir a la competencia resultado de la competencia abrumadora.

Entonces, si el público tuvo por costumbre contratar la mejor orquesta para la celebración, cambió la modalidad porque de la distribuidora que llevó la cerveza al lugar festivo, también incluyó la orquesta como regalía cervecera en las actividades organizada por las directivas, representantes y delegados de cualquier instancia o institución que decidió organizar actividades cuyos fondos fueron destinados a obras colectivas o fondos de promoción escolar u universitaria que en los noventa se convirtieron en fondos individuales acompañadas de parrilladas, polladas, frejoladas, etc. Es decir, el pueblo salió ganador, porque ya no invirtió en contratación de orquestas y la ganancia fue mayor; hasta el lugar llegaron los implementos de celebración incluyendo bailarinas, vendedores, seguridad, cobradores de entradas, destapadores, vasos, polos, y demás formas estratégicas de promoción que aplicaron para sacar del mercado a la cerveza arequipeña. Hasta que la cerveza arequipeña pasó a formar parte del consorcio transnacional Backus.

De esa forma podemos decir, que la salsa tuvo su periodo de maduración en las identidades juveniles y en la actualidad vuelve a retomar los espacios salseros pero no con exclusividad sino en interrelación con otros géneros.

Las orquestas salseras que tienen mercado tradicional son: Los Linares (nueva generación), Las Chicas de Karlos, Pachanga, Latin Sugar, Choconga entre otras cuyas presentaciones musicales e interpretación de géneros las hacen variadas de acuerdo al público y a los escenarios donde se presentan.

En cambio Somos Mollendo, Sabor Fresco, Nevada si bien es cierto hacen música variada, continúa conservando la tradición salsera. Los temas de tradición salsera que se escucha e interpretan las orquestas son: idilio (Pili colón), la rebelión (Joe Arroyo), nuestro sueños (Niche), el preso, cali pachanguero, la chica de Chicago, Barranquilla me quedo (Joe Arroyo), Asia (Pili Colón), lloraras (Oscar de León), por teléfono no, entre otras.

Pero en el escenario de la música popular de las orquestas, se presentan especificidades especiales, por ejemplo en forma independiente un instrumentista que fuera integrante de una de las orquestas hace contratos para cumplir, busca integrantes de diferente orquestas y arma un grupo nuevo que de alguna manera está vinculado con las orquestas formales. El ensamble tiene manifestaciones diversas en la interpretación, de acuerdo a la orquesta de procedencia.

Al escuchar o tocar la salsa con instrumentos electrónicos está dando un nuevo movimiento cultural, pues la formalidad ancestral se relaciona con los cambios de comportamiento de las personalidades involucradas. La identidad musical regional, tiene variantes y complementos generacionales, es decir la cultura de la música y el baile se relaciona con los contextos internos como fortaleza y los externos como elementos de actualización de la cultura local.

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